Miguel Villegas

Boca fue una máquina... de errar goles. Con el ‘Colo’ Barco como el único que intentó hacer algo distinto, y con más fuerza que fútbol, el cuadro ‘xeneize’ igualó 0-0 ante Palmeiras en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores y tendrá que buscar su pase a la final en Sao Paulo el próximo jueves. Antes, este domingo le toca recibir a River en el Superclásico por el fútbol argentino.

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—Seguimiento a Lucho—

“El 4 de Boca”. Así le llaman en la popular de Boca al lateral derecho de su equipo, que podría parecer una función anónima, más necesaria que heroica, si no fuera porque allí, en ese carril, los ‘xeneizes’ disfrutaron de tres nombres inmensos, terratenientes que vigilaban, protegían, arengaban.

En los años 60 Rubén ‘El Chapa’ Suñé, que jugó más de 300 partidos con el club, y ganó dos Libertadores y una Intercontinental; en los 70 el Tano Pernía, un soldado de bigotes que ganó tres títulos locales y tres internacionales con esa banda; y el histórico Negro Ibarra, que ganó todo con Boca en los 2000 y dejó la sensación de que, ya en el retiro, el lateral derecho quedaba con un vacío imposible de llenar.

“El 4 de Boca” es hoy Luis Advíncula, menos Pernía y más Ibarra, es decir, menos catchacanista y más ordenado, que la noche contra Palmeiras, la ida de la semifinal por la Copa Libertadores en la Bombonera, le tocó la misión de acabar con la sociedad de Roni y Ze Roberto y, más allá de la tarjeta amarilla, deja una sensación de paz en ese carril diestro que tanto admiran en Boca.

Twitter estalla cada vez que juega el peruano. Un poco nuestra necesidad de figuras internacionales, otro mucho las estadísticas que se multiplican sobre su carrera, después de los 30 años. Advíncula es el tercer jugador peruano (Martín Hidalgo en el 2006 y Rinaldo Cruzado en el 2013) en ser titular en una semifinal de Libertadores en el siglo XXI, escribe el estadístico @OptaJavier.

El único equipo que puede impedir que un brasileño sea campeón de la Libertadores por quinto año consecutivo es el Boca Juniors de Luis Advíncula, dice la cuenta @ErrorArbitralTR. Y la más contudente, de @TNTSportsAR (1,1 M de seguidores): “Luis Advíncula convirtió 3 goles en esta Libertadores y es el goleador de Boca en la competición”.

La noche del jueves, más lateral que extremo, mostró otra vez esa inteligencia por la que técnicos tan distintos como Russo o Almirón lo querían sí o sí en sus equipos. De ese andar a toda velocidad le ha quedado el tranco, quizá mejor elegido según sea el partido, y esa extravagancia con que movía los brazos como alas de avestruz –o como Cuto Guadalupe– ahora es mejor usada para anticipar, y evitar tanto foul. Le alcanza así para hacer una buena Copa.

Fue 0-0 final en la Bombonera y ahora queda la vuelta en Brasil. Quizá Advíncula sea más extremo que lateral. Y quizá un partidazo sea una prueba más de que estamos ante un futbolista de categoría que Sudamérica reconoce. Deberíamos hacerlo nosotros también.