Perú vs. Brasil: Con qué sistemas enfrentó la Bicolor de Gareca y por qué ser defensivos no resulta

ENCUESTA DT: “Reynoso nos tapó la boca con el empate”, pero “ante Brasil tiene la obligación de intentar más”: El reto de Perú y cómo sumar ante el Scratch

La era Gareca fue la más larga en la historia de la selección. Y es, también, un termómetro para saber cómo Perú le jugó a Brasil. Con el Tigre, los enfrentamos en once ocasiones (nueve triunfos para ellos, dos para nosotros). Les vimos las caras en Eliminatorias, en Copa América (fase de grupos, semifinal y final) y en amistosos. Este martes (9 p.m. en el Estadio Nacional), Reynoso dirigirá por primera vez ante la Canarinha. Después de un valioso empate de visita ante Paraguay, y siendo los únicos que logramos sacar puntos en dicha condición, no es descabellado pensar en sumar, por lo menos, un punto ante el poderoso equipo que viene de golear 5-1 a Bolivia con un baile tremendo: remataron 21 veces, Neymar se dio el lujo de fallar un penal y casi nunca sufrieron en defensa aunque recibieron un gol cuando iban 4-0 arriba.

¿Ser ultradefensivos será la solución para detener al poderío ofensivo de Fernando Diniz? ¿Bastará con colocar cinco defensores acompañados de tres volantes -o quizá cuatro- para apelar solo a los pocos contragolpes que tengamos? Las preguntas rondan durante estas horas: en las discusiones de café, en los debates periodísticos y -quizá- en las charlas de Juan Reynoso y su comando técnico.

Activado el ‘Plan antiespías’ en la Videna -el técnico decidió cubrir la cancha principal con una enorme tela negra apoyado de gigantescos andamios-, no se sabe qué esquema está bosquejando Juan de cara al crucial duelo ante la Canarinha. Lo poco que pudo ver el periodismo fue la reincorporación de Alexander Callens, quien se perdió el duelo en Paraguay pero que se perfila a ser titular el martes.

Pero más allá de intentar adivinar cómo jugará Perú en el Estadio Nacional por la fecha 2 de las Eliminatorias, es justo y necesario recordar los últimos duelos ante Brasil para saber cómo le jugó, qué esquemas utilizó, cuáles sirvieron y por qué se arrepintió de usar cinco defensores.

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El 4-2-3-1 el sistema más usado pero no el más efectivo

En los once partidos que dirigió Gareca ante Brasil, el sistema que más se usó fue el 4-2-3-1: siete veces. Aunque el balance en cuanto a resultado no es nada favorable: una victoria y seis derrotas. El único triunfo fue en la Copa América 2016 en la que ganamos 1-0 con el polémico gol de Raúl Ruidiaz con la mano tras centro de Andy Polo.

A partir de 2019, tras la participación en el Mundial, Perú chocó ante el Scratch en siete ocasiones, usó cuatro sistemas distintos (el conocido 4-2-3-1 en cuatro ocasiones, 4-5-1, 4-1-4-1 y 5-4-1) y solo consiguió una victoria: en un amistoso jugado en Estados Unidos en 2019; aquel día Abram fue el protagonista del gol.

La conclusión es que Perú casi siempre usó línea de cuatro defensores en el fondo. Y las victorias que obtuvo fueron muy bien trabajadas, con mérito propio, pero con el riesgo de estar siendo sometidos y esperando la contra. Sí, la Bicolor de Gareca, la misma que en muchos partidos jugó un fútbol que nos hizo recordar los mejores tiempos de nuestro fútbol, ante la Canarinha siempre aceptó ser David.

Este martes, con Juan Reynoso en el banco y con muchas ausencias, es muy probable que la historia se repita. Brasil y sus figuras vendrán por los tres puntos, y Perú tendrá que saber sufrir y hacer daño cuando sea necesario. Claro, la efectividad, como en 2016, no debe faltar. Aquel día, la Blanquirroja apenas remató dos veces -contando el gol de Ruidíaz- en el arco de Allison.

¿Cinco defensores? ¡Grave error!

Solo una vez Perú usó un sistema con cinco defensas, algo nuevo para los jugadores. Fue en la semifinal de la Copa América 2021. Con la herida abierta por el 4-0 en el debut del torneo, el ‘Tigre’ creyó que lo más lógico era cerrarle las líneas a un equipo plagado de figuras en ataque con un Neymar en todo su esplendor. Grave error: Brasil bombardeó el arco de Pedro Gallese y anotó un gol -el de la victoria- en diez remates que tuvo en 45 minutos.

“Costó acomodarnos en el partido. Tratamos de emplear algo nuevo como para observar la línea de cinco, pero nos costó hilvanar jugadas. Inclusive, con tener a Brasil mejor, se hizo un gran esfuerzo y por no haber tanto tiempo de ensayo, esto lo habíamos preparado días previos nada más”, señaló tras el partido Ricardo.

El error lo corrigió rápidamente con los ingresos de Raziel García por el central Ramos, López (con mejor ida y vuelta) entró por Trauco, Lora reemplazó al defensivo Corzo, y Ormeño ingresó por Cueva para acompañar a Gianluca Lapadula. La Bicolor se paró 4-4-2, pero no pudo revertir el resultado y terminó perdiendo.

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Otro caso, más actual, es el de Bolivia. Los altiplánicos fueron a Brasil en el inicio de las Eliminatorias y el técnico Gustavo Costas decidió usar un 5-4-1 con el objetivo de rescatar un punto al menos. La Canarinha goleó 5-1 con estadísticas abrumadoras: remató 21 veces, fue el más que disparos realizó en la primera jornada del torneo.

El Brasil de Fernando Diniz -por lo visto ante Bolivia- ataca con cuatro cracks (Neymar, Rodrygo, Raphinha y Richarlison) que se mueven con total libertad. Ney puede aparecer cerca a los mediocampistas pidiendo el balón, o Rodrygo dejar su zona en la izquierda y juntarse en la derecha con Raphinha. Los laterales (Danilo y Renan Lodi) cumplen también un papel importante: se suman al ataque constantemente, sea para abrir el campo o instalarse como interiores.

Ante la baja de Luis Advíncula por suspensión y la posible ausencia de Miguel Trauco, no sería descabellado creer que Reynoso está ensayando una línea de cinco, ya que no tiene laterales de corte ofensivo: los reemplazantes podrían ser Aldo Corzo y Marcos López. El técnico ya experimentó jugar con cinco atrás en los amistosos ante Alemania y Marruecos, y -como le sucedió a Gareca contra Brasil- tuvo que cambiar el esquema en la segunda mitad y pasar a cuatro defensores para acomodarse mejor. Juan, un ‘Ajedrecista’, deberá mover muy bien sus fichas.