1. Jefferson Farfán: el atacante peruano conoce perfectamente el puesto de '9'. Con Sergio Markarián realizó esa función en un par de partidos eliminatorios. (Foto: USI)
1. Jefferson Farfán: el atacante peruano conoce perfectamente el puesto de '9'. Con Sergio Markarián realizó esa función en un par de partidos eliminatorios. (Foto: USI)
Ricardo Montoya

"Yo nunca descarté a nadie”, esgrime como un estilete Ricardo Gareca refiriéndose a todo aquel que se anime a cuestionar sus decisiones. Este Modigliani moderno, el ‘Flaco’, puede hoy preciarse de haber sido cauto con sus palabras. Sabe que la opinión pública oscila constantemente, por lo que emitir juicios categóricos ante la prensa no ha formado nunca parte de su repertorio. Actuando así le ha ido bien. Ahora, en este presente de urgencias futbolísticas, Jefferson Farfán y Carlos Zambrano, que jamás fueron excluidos del todo, podrían regresar a vestir la blanquirroja. Es tal como él quería: a su entera potestad. Sin embargo, cabe preguntarse si haría bien en llamarlos a la selección.

La fotografía del momento es la que obliga al ‘Tigre’ Gareca a evaluar ambas convocatorias. La experiencia, el talento y la jerarquía de Farfán pueden ser muy útiles en estas instancias decisivas de la puja por llegar al Mundial. En un plantel tan corto como el peruano, que un futbolista del linaje de Jefferson quede fuera no parece razonable. Similar es el caso del ‘León’. No abundan zagueros confiables en el grupo. Por ello, la enjundia, el oficio y el juego aéreo de Zambrano son valores que no se pueden desperdiciar. Su regreso nos daría la sensación de que Perú está peleando el cupo para Rusia con lo mejor que tiene.

De todas formas, las cosas no son tan simples, ya que antes de su retorno hay que tomar en consideración algunos factores imprescindibles como su nivel de juego actual, su estado físico, las razones que los alejaron de la selección tanto tiempo y, sobre todo, su compromiso con la filosofía de este nuevo grupo. Luego, y si se cumplieran estos criterios, deberá examinarse si es que su regreso sería beneficioso en un plantel que ya tiene liderazgos y funcionamiento adecuados. Recién entonces, con ambos jugadores haciendo las cosas bien en sus equipos y rindiendo en la alta competencia, se podría justificar que dos jugadores de “la vieja guardia” se reincorporen al elenco nacional.

En el supuesto de que ambos regresen, Perú tendría en la ‘Foquita’ a un futbolista quizá sin la velocidad de antaño, pero hábil, versátil y acostumbrado a jugar partidos importantes. Es cierto que ya no es el gran goleador del pasado, pero es posible que aún mantenga la pegada venenosa con pelota quieta, que tanto daño hace a los arqueros rivales.

Solano y Bonillo, quienes ya se encuentran en Rusia, podrán hacerle saber a Gareca si se puede contar con Farfán en los encuentros de las Eliminatorias. Eso sí, para volver Jefferson a la selección tiene que recuperar la seriedad perdida. Un futbolista que representa a su país debe hacer noticia por sus goles y no por la conducta de su vida privada.

En el caso de Zambrano, lo que trasciende es que fue su actitud la que lo marginó del equipo. Es tiempo de voltear la página y subordinarse cabalmente a las decisiones del comando técnico. Además, deberá regresar sabiendo que hoy en día no es titular. La actual dupla de centrales del Perú funciona correctamente. Si está dispuesto, bienvenido.

Si ambos regresan, deberían hacerlo acompañados de una actitud humilde y sin olvidar que las verdaderas estrellas están en el firmamento.

Contenido sugerido

Contenido GEC