"Jefferson Farfán, el innombrable", por Pedro Canelo
"Jefferson Farfán, el innombrable", por Pedro Canelo
Pedro Canelo

En la lista de prioridades de hay una fila extensa donde el retorno de aparece muy relegado. Para el comando técnico del argentino lo urgente es decidir los rivales para los amistosos de junio, decidir si habrá viajes de encuentro con futbolistas en el exterior, establecer la logística y a los enviados especiales que harán el reconocimiento del estado del campo del Atahualpa de Quito y, finalmente, esperar cinco meses hasta definir el rendimiento de sus posibles convocados. En el complejo de la  Videna de San Luis el nombre de Jefferson Farfán solo se escucha como un tibio eco desde varios kilómetros de distancia.

No es momento de desgastarnos en debates sobre lo que no fue y quizá no será. Como publicamos hace unos días en DT, hay un plan preestablecido con este grupo de seleccionados que se han ido repitiendo en Perú durante los últimos nueve meses. Y en esa pizarra, el reemplazante natural del suspendido Paolo Guerrero es Raúl Ruidíaz. Lo que ocurra en 5 meses en un tema netamente futbolístico es totalmente impredecible. Si Ruidíaz llega a agosto anotando goles con Morelia y con su mejor estado físico, lo más probable  es que él arranque ante Bolivia en la próxima fecha de Eliminatorias mundialistas. Eso sí, en cinco meses pueden pasar muchas cosas. Hasta Darth Vader de “La guerra de las galaxias” podría volverse bueno. Apurar el reloj es forzar una realidad.

Jefferson Farfán ha vuelto a jugar después de casi medio año sin actividad de alta competencia en el balompié. Anotó un gol con su nuevo equipo Lokomotiv, y eso por supuesto que da gusto porque es un compatriota. Sin embargo, utilizar ese argumento para candidatearlo a la Blanquirroja es una tentación que podría esperar un poco más. Para que Farfán vuelva a estar en la agenda de Gareca tiene que repetir lo que hizo el último sábado durante las próximas veinte semanas. Es un ejercicio casi de transfiguración. Recuperar al ‘Jeffry’ que es noticia por sus goles y no por su última actualización chistosa en Instagram.

Mientras no sostenga media temporada en actividad,  Farfán es un jugador innombrable en la Videna de San Luis. ¿Por qué jugamos tanto a encontrar al ‘9’ de área que nos faltará a finales de agosto? Puedo apostar por dos razones: primero que Paolo Guerrero ha crecido no solo como líder sino también como jugador imprescindible para este once de Gareca y después que vivimos una carencia de noticias relevantes en el fútbol nacional. Hay una sobredemanda informativa ante tan escasa oferta. Eso obliga a adelantar debates que recién deben escucharse a finales de julio.

Ordenémonos un poco: Gareca tendrá que armar ese once alternativo (no olvidemos que también faltarán Aldo Corzo y Renato Tapia) en la fecha de amistosos FIFA en junio. Quizá en ese tiempo recién sea coherente mover un poco ese rompecabezas que deberá resolver el ‘Tigre’ ante los bolivianos. Antes, no.

Reconozcamos, también, que Jefferson es una debilidad futbolística para muchos periodistas (y me incluyo en esa lista). Por sus rendimientos en los últimos diez años de selección, por su olfato de gol, porque fue el gravitante cuando todos esperábamos a Claudio Pizarro.  Pero todo es puro registro del pasado. El ‘10’ de Perú hoy es Christian Cueva y el extremo derecho natural se llama André Carrillo.

Durante los últimos meses, el mismo Farfán convirtió sus redes sociales en un reality show incansable donde hizo seguimiento a sus prolongadas vacaciones y otras excentricidades de su vida privada. Por allí mismo, y luego de convertirle un tanto al club Ufa, Jefferson escribió este mensaje revelador que es sencillo de entender y poner en contexto: “Paren con el bla-bla-bla”. Se sabe que el ex ‘10’ de la selección revisa medios periodísticos peruanos y se ha encontrado con todas las posiciones a favor y en contra de su llamado a la Bicolor. En eso sí tiene razón la ‘Foca’. Ya paren. Ya paremos.

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