Juan Reynoso será un entrenador presente. Alguien que veremos en el estadio todos los fines de semana.
Ha dado visos de ello: al día siguiente de su presentación en San Luis tomó un avión hacia Arequipa para ver en acción a Melgar ante el Inter de Porto Alegre. Ayer estuvo en Villa El Salvador, en el empate a dos entre Cristal y Cantolao. Y, seguramente, hoy lo veremos en algún otro partido de la fecha.
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Es lo que tenía que hacer. Genera cercanía con el público y la prensa. Motiva a los jugadores. Y confirma lo que atestiguan sus conocidos: es obsesivo, minucioso y trabajador.
Si bien su elección ha provocado calma, expectativa e ilusión, existe mucha incertidumbre sobre cómo afrontará esta etapa y qué decisiones tomará. Algunos apuntes al respecto.
Comando técnico: su círculo de confianza
Cinco mexicanos, dos peruanos y un argentino. Estuvieron en la conferencia y en sus visitas a los estadios. A algunos como a Óscar Gambetta (preparador de arqueros) los conoce desde su época de jugador y a otros como a Joaquín Velásquez (auxiliar principal) desde sus últimos años en Puebla y Cruz Azul.
Resalta la figura de un integrante con un cargo no muy conocido: el metodólogo Sergio Fentanes. Deberá realizar un diagnóstico del fútbol peruano e intentar que las selecciones menores y la absoluta hablen el mismo idioma futbolístico.
Viejos conocidos: seleccionados a los que ya dirigió
Si Raúl Ruidíaz, a quien dirigió en la ‘U’ cuando aún era un pichón de goleador, ha recobrado las esperanzas de destaparse, por fin, con la selección a sus 32 años; Anderson Santamaría también tiene razones para sentir lo mismo. El ‘Cabezón’ lo reubicó del mediocampo a la zaga en Melgar y le cambió la carrera.
Santiago Ormeño, buleado por las redes, debería tener mejores chances con Reynoso: en Puebla le sacó petróleo a su juego aéreo, una cualidad que ha pasado largamente desapercibida en la selección.
A Yotún lo dirigió en el Cruz Azul, pero no es garantía de nada. No fue un imprescindible para él, en la ‘Máquina Cementera’.
Planteamiento: idea y pensamiento
Su manual de estilo podría resumirse en tres verbos: defender, sorprender y rotar. Reynoso es un entrenador pragmático que cuida el cero por sobre todas las cosas. Sus equipos suelen recibir muy pocos goles.
Sus dirigidos, además, deben estar preparados para jugar en varias posiciones y manejar varios sistemas. No sería descabellado ver a Aquino y Tapia en la primera línea de volantes o a cinco centrales al fondo para sostener un resultado.
En cuanto al ataque, no lo improvisa. También lo planifica. Cree en la repetición. En las prácticas, ensaya jugadas una y otra vez.
Debut ante México: el puntapié inicial
El 24 de setiembre, en los Estados Unidos, será su debut oficial con el buzo de la selección. ¿Su rival? El segundo país que más ama en el mundo: México. Medirán fuerzas en el el Rose Bowl de Pasadena, California.
Ha trascendido que el comando técnico desea disputar por lo menos cuatro amistosos antes del inicio de las Eliminatorias. Y que incluso cabe la posibilidad de que algunos se realicen en las regiones del país.
El rol de Oblitas: mentor, brazo derecho y escudo
Una vez que Juan Carlos Oblitas logró su accidentada continuidad en la FPF, dio a Reynoso como el único candidato para reemplazar a Ricardo Gareca.
Con esa firmeza y un cargo con mayor amplitud de funciones, el ‘Ciego’ será su columna. Agrandar la ‘isla’ de la selección es el reto.