Durante dos décadas, diría que un poco más, tener cable en la redacción de Deportes servía, básicamente, para ver los partidos de Claudio Pizarro en Alemania. Era un televisor viejo y pesado, del tamaño de una lavadora, colocado estratégicamente al centro del piso donde se ubicaba DT para que todos puedan escuchar: 1) Si era titular al lado de Elber. 2) Si lo elogiaban los narradores de Fox y 3) Si luego del gol marcado -hizo en total 197 en 478 partidos entre Bayern, Koln y Bremen-, hacía alguna referencia al Perú. Un saludo, una celebración, una bandera.