La idolatría de Advíncula en Boca y por qué es la gran noticia del año de la legión extranjera de la selección

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Sin embargo, no ha sido el talento de Advíncula -que tiene- el diferencial para conquistar a la fanaticada argentina, sino la entrega y la capacidad de aparecer en momentos críticos, sobre todo en esta última Libertadores. Su llegada desde el 2021, cuando regresó de Europa de una experiencia desigual en el Rayo Vallecano, estuvo marcada por el desborde y la imposición de su condición atlética, dos factores que lo colocan por encima del promedio del lateral sudamericano de primer nivel. A ello se debe añadir disciplina táctica (Gareca valoraba mucho ello) y su generosidad en las coberturas y transiciones. Sus carencias, sin embargo, eran conocidas: cierta predictibilidad en el desborde, mediana precisión en los centros y dificultades defensivas. La duda detrás de ello era la misma que lo acompañó durante toda su carrera: ¿es Advíncula lateral o extremo?

Fue Roberto Mosquera, cuando lo entrenó en el Aurich en el 2012, quien lo reconvirtió en marcador por banda y corrigió su posición de delantero por fuera, donde se había desempeñado hasta entonces. A partir de ahí, y salvo casos contados (alguna vez en el Vitoria Setúbal, otra en Newell’s), ‘Bolt’ buscó posicionarse como un defensa con proyección, siempre correcto, pero pocas veces excelente. Hasta que Almirón decidió apostar por devolverlo a la posición ofensiva con resultados notables: este año lleva 3 goles y 4 asistencias y es uno de los puntales del equipo.

Más aún, el seleccionado peruano ha logrado dominar el cambio de perfil, que ya practicaba desde España, y ha obtenido una efectividad tremenda en su disparo de zurda. Sus goles en Libertadores ante Pereira, Colo Colo y Nacional son la prueba de un trabajo y una tenacidad que todos debemos celebrar. ¿Cuántos futbolistas de 33 años insisten en seguir incorporando herramientas a su juego? ¿Y cuántos lo logran? Lo de Lucho es ejemplar, como su garra. El hincha de Boca, se debe recordar, se parece más al de la “U” que al de Alianza: celebra sobre todo la rebeldía frente a la adversidad.

Dicho esto, la duda que queda es hasta dónde podría haber llegado Advíncula si su incertidumbre posicional se hubiese resuelto antes y si, especulemos, su formación técnica no la hubiera realizado en Sullana si no en un club donde pudiera haber aprendido el doble perfil tempranamente. Una de las tragedias del fútbol peruano es que nuestros futbolistas alcanzan muy tardíamente la madurez (piénsese en William Chiroque o en Carlos Lobatón, por ejemplo). Por ello, uno de los objetivos principales de la federación debería ser acortar estos plazos para que la curva de crecimiento del jugador vaya acorde con las expectativas del mercado y las necesidades de la selección.

LOS NÚMEROS DE ADVÍNCULA EN CLUBES: