Renzo Gómez Vega

Quien juega por el honor es porque ya lo ha perdido de sobra. Aquella Selección Peruana, la del invierno de 1993, había hecho demasiados méritos para fortalecer la honra nacional: cero puntos y diez goles en contra en cinco partidos de las Eliminatorias Sudamericanas a Estados Unidos 94.