El triunfo de la selección peruana por 1-0 sobre Venezuela en la Copa América 2021 ha dejando buenas noticias: la clasificación a cuartos de final por décima vez consecutiva y porque Ricardo Gareca ha decido apostar por más variantes. El técnico argentino no solo está probando con jugadores en algunas posiciones, también movió su sistema. Así, llega sólido para el duelo ante Paraguay por los cuartos de final.
“Lo más importante es que pudimos cumplir el objetivo de clasificar y debo felicitar a los jugadores, a la delegación, porque cuando llegamos a Brasil la meta era esa. Esto es para la gente, por supuesto, y ahora toca prepararnos para el rival que nos toque”, dijo Gareca en conferencia de prensa.
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El técnico de la selección peruana terminó la frase de grupos más tranquilo. Antes de la Copa América 2021, la selección peruana era un mar de confusiones. El equipo de Ricardo Gareca registraba números en rojo en las Eliminatorias a Qatar 2022: 6 partidos jugados, 4 derrotas, 1 empate, 1 victoria, 6 goles a favor y 14 en contra.
Perú mostró una imagen a la que ya le habíamos perdido el rastro luego de la clasificación al Mundial Rusia 2018. Otra vez aparecieron las lesiones, jugadores por debajo de su nivel y resultados que generaban la incomodidad de Gareca con sus jugadores. Al estratega no le salía nada y decidió buscar un nuevo rumbo a ese barco que andaba por la deriva.
Sistema
El éxito de la selección peruana en su camino hacia el Mundial Rusia 2018 fue que los jugadores entendieron muy bien la propuesta de Ricardo Gareca. El ‘Tigre’ mandaba un 4-2-3-1 al campo y los futbolistas entendían sus roles. Esto lo llevó a conseguir grandes resultados, además de clasificar a la final de la Copa América Brasil 2019.
Pero hubo un antes y después en el funcionamiento de la selección peruana. Hasta antes de la Copa América Centenario 2016, Perú contaba con Claudio Pizarro y Paolo Guerrero dos atacantes de primer nivel. Gareca en varias ocasiones los colocó juntos formando un 4-4-2 a veces dejando a Claudio libre y Paolo como referente en ataque. Cuando no estaba el ex delantero del Werder Bremen, volvía al 4-2-3-1.
Cuando llegó el gran cambio en la selección peruana, Ricardo Gareca apostó por mantener el 4-2-3-1. Había conseguido a los jugadores indicados para cada puesto. Este sistema era la carta de presentación de la blanquirroja. Así encandiló a todo el mundo del fútbol y con la que alcanzó su máximo nivel.
Para entender un poco estas cuestiones de números, el 1-4-2-3-1 es un sistema conformado por un guardameta, una línea de 4 jugadores defensivos, 2 volantes centrales situados por delante de la línea defensiva, 3 medias puntas (dos por las bandas y otro por el centro) y un delantero. Así jugaba Perú y los nombre todos lo sabían de memoria.
Este sistema utilizado por la selección peruana le daba mucho equilibrio, tanto en defensa como en ataque. El punto más alto de la blanquirroja era la primera línea de volantes, ese doble pivote (Renato Tapia y Yoshimar Yotún) eran el motor del equipo. Uno tenía una característica más defensiva que el otro. Tapia bajaba hasta entre los centrales y Yotún era el que tenía un perfil más ofensivo con sus pases perfectos hacia los delanteros.
Los volantes por las bandas cumplían por momentos las funciones de extremos y hacían el ida y vuelta para darles una mano a los laterales. Y el que volante que iba por el medio era el nexo perfecto para el delantero o para generar alguna jugada de peligro. Arriba siempre estaba solo el combativo Paolo Guerrero que no tenía problemas en cumplir ese rol durante todo el partido. El delantero era una pesadilla para los defensas rivales.
Ya lo conocen
A medida que pasaban los partidos la selección peruana se iba afianzando y logrando grandes resultados. Clasificó a Rusia 2018 y ratificó su buen momento logrando llegar a la final de la Copa América 2019. Luego de este torneo vino el bajón de la blanquirroja.
Los rivales ya sabían cómo enfrentar al equipo de Ricardo Gareca. Entendían que la selección jugaba en función a Paolo Guerrero. Así que cualquier balón que fuese hacia Guerrero generaba la incursión de los dos volantes por las bandas y el ofensivo central para sumar más gente en ataque. Sabían que Paolo podía retener y sacar cualquier pase hacia uno de estos jugadores, rompiendo la línea defensiva.
La zona más fuerte de la selección peruana era por el lado izquierdo. Por ahí están Yoshimar Yotún y Miguel Trauco, jugadores que tienen como virtud sacar buenos pases largos. Entonces, los rivales lo que hacían era cubrir esas zonas que generaban las conexiones peruanas. Cerrar los espacios del sector izquierdo para que Perú se quede sin opción a nada.
Entonces, las cosas comenzaron a complicarse para la selección peruana. Sobre todo, porque jugadores influyentes en el sistema comenzaron a bajar su nivel y otros a lesionarse. Ricardo Gareca no tenía de dónde elegir porque el universo de futbolistas convocables era muy reducido.
Cambio de sistema
En esta Copa América y en la última fecha de las Eliminatorias, la selección peruana comenzó a jugar con un 4-3-3. Sin embargo, salvo el partido ante Ecuador en Quito, no funcionó. Entonces Ricardo Gareca comenzó a buscar otras variantes para que su equipo reaccione y responda dentro del campo.
“La explicación para estar abajo en el primer tiempo es que nos superaron. A veces nuestro rival tiene el control, a veces nosotros. Los muchachos dieron todo y la realidad es que ellos ejercieron una gran presión. Tuvieron sus chances y después nos acomodamos en el campo. No es fácil tener la reacción que tuvieron los muchachos”, dijo Gareca tras el 2-2 ante Ecuador en la Copa América.
Ese partido marcó un antes y un después para la selección peruana. No hubo un cambio de actitud o mentalidad tras ir perdiendo 2-0. La clave la tuvo Ricardo Gareca en el descanso. El técnico de la bicolor cambió de sistema al 4-4-2 en rombo. Con esto le permitió a Sergio Peña tener más espacio y tiempo para pensar las jugadas. Christian Cueva se puedo detrás de los dos delanteros que fueron Gianluca Lapadula y André Carrillo. Al este último le dio libertad de estar por todo el lado del campo.
Con este nuevo sistema Gianluca Lapadula también consiguió tener más opciones ya que tenía como acompañante a Carrillo. En el medio Yotún y Peña estaban mejor distribuidos, sobre todo el volante del Emmen quien se sintió más cómodo en el campo de juego y tuvo mayor participación.
Este mismo dibujo táctico se volvió a ver en el segundo tiempo ante Venezuela quien habían neutralizado todo el ataque peruano. En la parte complementaria, con el 4-4-2 las cosas comenzaron a mejorar. Este sistema se podría ver con más frecuencia en los siguientes partidos porque ha quedado demostrado que la selección peruana se adaptó de la mejor manera.
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