Marco Quilca León

En la Copa del Mundo Francia 98, la FIFA dio un dato inusual, casi adelantado a su época: Carlos Gamarra (Ypacaraí, 1971), entonces fenomenal zaguero paraguayo nominado al mejor en su puesto, no cometió ninguna falta en los cuatro partidos que disputó. Trescientos ochenta y tres minutos en los que esa máquina de aguantar atropelladas, rechazar balones aéreos, anticipar jugadas y poner pierna fuerte, no necesitó cometer una sola infracción para desarmar a sus oponentes en el Mundial que Paraguay llegó hasta octavos de final. Lo que hoy sorprende del neerlandés Virgil Van Dijk, Gamarra ya lo había hecho hace 24 años.