Los peruanos mundialistas, por Juan Aurelio Arévalo [HISTORIA]

“Falleció el último peruano que vio a su país en un Mundial”, decía un meme que merodeaba la web luego de que Uruguay nos sepultara en las Eliminatorias de Brasil 2014. Más de uno pensó que la frase burlona iba a volverse realidad hasta que la selección de Gareca puso fin a esta maldición de 36 años y nos colocó nuevamente en la élite del fútbol.

La historia del Perú en los mundiales empezó el lunes 14 de julio de 1930, cuando nos enfrentamos a Rumanía en el estadio uruguayo de Pocitos. La selección dirigida por el español Francisco Bru había partido en barco hasta Valparaíso, entrenó cinco días en alta mar, y después siguió en auto, luego en tren y finalmente en un vapor que cruzó el Río de la Plata. Les tomó 12 días llegar a Montevideo.

Hacía tanto frío el día del debut que el equipo apareció en la cancha con sacos. Salvo por Mario de las Casas, todos tenían menos de 25 años. El nerviosismo hizo que al primer minuto estemos 1 a 0 abajo y la actuación del árbitro chileno Werneck contribuyó a sellar nuestra derrota por 3 a 1.

La Associated Press dijo que fue un encuentro “con incidentes pugilísticos”, ya que un peruano fue el primer expulsado en la historia de las copas del mundo (los cables dicen que fue Plácido Galindo, pero la FIFA registra a Mario de las Casas).

Cuarenta años después, regresamos a un Mundial, ya no por una invitación, sino por méritos propios al eliminar a Argentina en la Bombonera. Tras la Copa de México, el mundo recordaría para siempre los nombres de Chumpitaz, Sotil y, sobre todo, Cubillas, quien sumó diez goles en tres mundiales. Una cifra que no la tiene ni Maradona. Hoy cuando se repasan los mejores tantos siempre aparece su golazo de tiro libre a Escocia. Pegada con parte externa y a un ángulo imposible. Imborrable.

Tampoco podemos olvidar que, precisamente, en Argentina 78 el mediocampo compuesto por Cueto, Velásquez y Cubillas fue elegido el mejor de la primera ronda.

Y nunca llegaremos a entender qué pasó en el 82. “Me iré a la tumba sin saber por qué Cueto no acertó un pase en España”, dijo Tim. En Rusia, los nombres de Rodríguez, Farfán, Cueva y, esperemos, Guerrero se ganarán un lugar en la historia. Que sea un capítulo de gloria.