"Las razones de Ricardo Gareca", por Pedro Canelo

Ha terminado la entrevista pactada con Ricardo Gareca en la Videna de San Luis, pero antes de ceder el turno a otro medio de comunicación le dijimos al profesor que teníamos preguntas finales que se habían quedado resaltadas en una hoja casi por arrancar de una vieja libreta.

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–“En la próxima entrevista espero que podamos hablar de eso”.

–“¿Qué otras preguntas tienes? Dime de una vez”, responde el ‘Tigre’.

Ya se confirmó que el próximo rival de Perú será Paraguay el 8 de junio en amistoso FIFA. Esa tarde queríamos hablar con Ricardo Gareca de sus criterios para convocar jugadores. De esas razones que lo han elevado hasta el 70% de aceptación en la gente (última encuesta de El Comercio Ipsos) y que también han sido un motor de crítica para sus más ácidos detractores. Gareca, con algo de paciencia, explicó lo que toma en cuenta para hacer sus llamados a estas alturas de su proceso. Lea y saque sus conclusiones.

–Compromiso–

Ha pasado un año desde que se acentuó el recambio en la selección. Desde marzo del 2016 no hemos visto un solo ampay de futbolistas de la Bicolor (la última fue la de Luis Advíncula en el verano pasado) y todos los que aceptan el llamado del ‘Tigre’ y vienen del extranjero entienden que el pacto es bajarse del avión, pedir el taxi a la Videna, entrenar y luego quedar concentrado hasta jugar el último encuentro de una fecha doble de Eliminatorias.

“Los jugadores que vienen ahora solo deben pensar en eso en la selección. Nada más”, explicó Gareca. En resumen: jugador que no acepta una concentración de cinco días por lo menos, mejor que mire los partidos de Perú por TV. Así de simple.

–Continuidad–

“El futbolista debe estar sano y mantener un ritmo futbolístico. Por eso no nos apresuremos en casos como los de Jefferson que recién vuelve. Estuvo parado mucho tiempo y durante dos años ha jugado muy poco”. Ese factor Gareca lo ha repetido muchas veces, por eso replicamos.

–“Pero en esta fecha doble mantuvo en el once titular a Rodríguez y Corzo que no estaban jugando en la ‘U’, por ejemplo”.

–“Sí, y es bueno reconocer que hay jugadores que también pasan por el gusto del técnico y hacemos excepciones. Dos o tres, no más. A estos jugadores que mencionas los conocemos y los hemos seguido de cerca en las prácticas. Si otro entrenador no los quería poner, ya era cuestión de él”, explica el argentino.

–La base no se mueve–

El mismo Gareca lo ha repetido: hay excepciones. Y todo indica que esa mirada pesará para mantener la base armada hace doce meses. Es muy difícil que Jefferson Farfán vuelva y sea el reemplazante de Guerrero (ya se sabe que el suplente natural es Ruidíaz), salvo que muestre niveles superlativos y parejos durante veinte semanas. Lo de Pizarro por ahora es inimaginable (“hay que estar sano”, dice Gareca y el ‘Bombardero’ recién ha superado una serie de lesiones). El único nombre que queda en el aire es Carlos Zambrano. Este defensor del Rubin Kazán juega los partidos completos desde que arrancó el torneo ruso y, a pesar de eso, no vuelve. Gareca responde esto: “En la selección queremos hacer un trabajo especial con la defensa, que esté compenetrada y que ensaye junta por mucho tiempo. Con esa defensa que tenemos ya hemos trabajado varios meses, la conocemos, y casi siempre vienen a la Videna con varios días de anticipación”. Señoras y señores, podrán compartirlo o no, pero ese es el pensamiento Gareca. Sus razones tiene (y tendrá).

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