José Antonio Bragayrac

Resignado a la imposibilidad de soportar un rendimiento acorde a las responsabilidades de un extremo, a los 33 años, André Carrillo parece haber encontrado la oportunidad de una segunda juventud en Corinthians. Tras 16 años en puestos de ataque, el futbolista peruano con mayor proyección en la última década, ha sido convencido por su técnico Ramón Díaz de reinventarse en un lugar de la cancha menos habitual para él, pero bastante más cómodo para sus habilidades: el mediocampo. Así, mientras se afianza a base de números sólidos y un juego atractivo para el like en redes sociales, a 4.442 kilómetros de distancia, el entrenador de la selección peruana Jorge Fossati toma asiento y recita en voz alta su nombre en un once que revolotea en su cabeza desde que se levanta de la cama hasta que se acuesta. Ambos, sin decirlo, saben que Chile y Argentina están a la vuelta de la esquina y se necesitan.