Christian Cruz Valdivia

A un equipo que se acostumbró a jugar al toque y ver el arco rival más de cerca le cuesta cuando tiene que correr detrás del balón, cuando la tiene y no sabe qué hacer con ella porque miran el horizonte y todos sus compañeros están detrás de la línea de ataque. Cuando el pase hacia atrás se convierte en la forma más que en una herramienta, todo cuesta más.