José Antonio Bragayrac

Sin importar qué tan descabelladas hayan sido las condiciones de Renato Tapia y cuánto de culpa tenga el futbolista en el fracaso de las negociaciones con los entendidos legales de la Federación Peruana de Fútbol, resulta entendible que sobre quien caigan absolutamente todas las responsabilidades mediáticas del caso de la selección peruana sea Agustín Lozano. No tanto por una cuestión de liderazgo, sino más bien de credibilidad.