Equipo titular de la selección peruana que enfrentó a Bolivia el 10 de setiembre de 1989. Solo ocho mil hinchas asistieron al Estadio Nacional para confirmar nuestra eliminación en el Las Eliminatorias al Mundial Italia 1990. (Foto: Archivo El Comercio)
Equipo titular de la selección peruana que enfrentó a Bolivia el 10 de setiembre de 1989. Solo ocho mil hinchas asistieron al Estadio Nacional para confirmar nuestra eliminación en el Las Eliminatorias al Mundial Italia 1990. (Foto: Archivo El Comercio)
Jasson Curi Chang

“Como siempre, confiamos en nuestra juventud. Con ellos, jugamos por el Perú”. La arenga salía de una comercial de la señal de Pantel anunciando la transmisión de los cotejos de la en las al ; ahora, es tan solo un clip de 28 segundos refundido en la biblioteca de YouTube. Sus pocas reproducciones son un mensaje público de rechazo al recuerdo, a la época, a la vergonzosa participación de la Bicolor en el proceso. Con la distancia de más de tres décadas, quienes vivieron aquella clasificatoria no evitan la mueca de disgusto y amagan la siempre polémica pregunta: ¿En ese momento se jodió el fútbol peruano?

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Digamos, que ya veníamos en claro descenso. La Eliminatoria de México ’86 abrió una herida que solo Gareca y sus muchachos comenzaron a cicatrizar, pero el corte profundo tocó hueso en 1989 cuando, entre agosto y setiembre, la selección peruana protagonizó su peor vergüenza moderna. Cero puntos, un técnico que renuncia en plena campaña, un abandono y jugadores enfrentados.

En medio de toda la crisis, el suplemento deportivo Deporte Total de El Comercio publicó este epitafio sobre sus páginas. “Ahora sí tocamos fondo”, 11 de setiembre de 1989.

Pepe, ni paternal ni sabio

El escritor José Carlos Yrigoyen buceó entre su memoria y recortes periodísticos para escribir “con todo, contra todos” (Debate, 2018). El libro recoge los episodios de la selección peruana entre 1968 y 2018, y le regala unas páginas a la lamentable Eliminatoria a Italia 90. De todas las definiciones que se le ha podido dar a José Macía, Pepe, Yrigoyen se ajustó a la más sincera verdad.

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“Hay una acusación en la que distintos involucrados en el ciclo de Pepe han coincidido: el técnico no tenía mayor interés que cobrar su sueldo y esperar que el toque peruano hiciera el resto. No hay que olvidar también el factor emocional, tan indesligable del hincha: Pepe, a diferencia de la paternal calidez de Didí y la sabia picardía de Tim, era un señor calvo, de gesto adusto y trato aplomado, sin la gracia verbal con la que tantos técnicos extranjeros han hecho carrera en estos lares. No ganaba, no era simpático, ni siquiera se esforzaba en dorar la píldora como otros. Su destino en las remembranzas colectivas no podía ser diferente”, publicó.

José Macia (Santos, 1935) jugó con Pelé. Fue multicampeón con O’ Rei en ese temible Santos FC de los sesenta. Dos veces dio la vuelta olímpica con Brasil en los Mundiales (Suecia 58, Chile 62), aunque no tuvo ni un minuto en cancha. Su fama y sus récords aún se mantienen. Es el segundo goleador histórico del ‘Peixe’ (405 tantos); el primero -por supuesto- es Pelé. Su currículo como técnico no brillaba, pero daba ciertas luces para una selección peruana que tras la discreta Copa América de 1987 con Fernando Cuéllar, y un breve ciclo de transición con José Fernández, ahora le abría las puertas a otro brasileño para soñar con un boleto al Mundial.

José Macía, Pepe, al lado de Percy Rojas, su asistente técnico, y quien lo reemplazaría en la última fecha de las Eliminatorias. (Foto: Archivo El Comercio)
José Macía, Pepe, al lado de Percy Rojas, su asistente técnico, y quien lo reemplazaría en la última fecha de las Eliminatorias. (Foto: Archivo El Comercio)

No estuvo ni cerca de conseguir algún buen resultado. En 16 partidos en el banco peruano, apenas y pudo ganar dos veces (2-1 a Venezuela, 2-1 a Ecuador) en cotejos amistosos. La Copa América de 1989 comenzó el descalabro definitivo. Paraguay goleó 5-2 a Perú, y ni el empate 0-0 contra Brasil en la segunda fecha del Grupo A pudo evitar la dura crítica de la prensa nacional.

Llegó a las Eliminatorias con la daga en el cuello. Previo al debut en La Paz (20 de agosto), la Federación Peruana de Fútbol concedió un microciclo de aclimatación en Cusco. Según reporta la revista Once, Pepe sufrió los estragos de la altura y se pasó curando el soroche con mate de coca. Por su cuenta, los jugadores compartieron entrenamientos con visitas nocturnas a las discotecas, y en el más inverosímil de los casos, armaron un partido de práctica entre “guapos versus feos”. Los de mejor pinta fueron capitaneados por Franco Navarro; del otro lado, los ‘chancados’ eran liderados por José Luis Carranza.

Se fue de las Eliminatorias clavando el puñal en el corazón de los peruanos. Tras la derrota (2-1) en Lima contra Bolivia el 10 de setiembre, Pepe salió del vestuario peruano abriéndose paso a los empujones y declarando frases en portugués que ningún periodista nacional logró entender. Llegó a salvo a la concentración del Country Club. Días después, renunció a su cargo y, luego, no tardó en aparecerse por el aeropuerto Jorge Chávez. De mayo a setiembre, cinco meses en el que el país hervía con una superinflación, cinco meses en la selección peruana no pudo aliviar el dolor de sentirnos al borde del abismo.

“Que se vayan todos..."

Nunca antes y nunca después de las Eliminatorias al Mundial de Italia 1990 la selección peruana cumplió peor papel.

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Previo al debut contra Bolivia, Franco Navarro salió a dar un mensaje de esperanza a los hinchas, mientras la prensa lamentaba que Julio César Uribe no haya podido llegar a tiempo al partido desde Colombia. “Vamos a jugar con el alma, con el corazón en la mano, y vamos a mostrar que esta selección es como las anteriores, buena y talentosa”, comentó.

Los buenos y talentosos de Pepe en el Hernando Siles de La Paz el 20 de agosto de 1989 fueron: Purizaga; Carranza, Olaechea, Requena, Olivares; Valencia, Reynoso, Del Solar, Fidel Suárez; Navarro e Hirano.

Formación de la selección peruana ante Bolivia en La Paz por las Eliminatorias a Italia 1990. Sobre el círculo, Jorge Olaechea, protagonista de una polémica en el proceso. (Foto: Archivo El Comercio)
Formación de la selección peruana ante Bolivia en La Paz por las Eliminatorias a Italia 1990. Sobre el círculo, Jorge Olaechea, protagonista de una polémica en el proceso. (Foto: Archivo El Comercio)

Solo ese primer tiempo podía salvarse del desastre que fueron esas semanas de Eliminatorias. Purizaga atajaba un penal a Pérez al minuto 23, y cerca a los 44′, Chemo del Solar anotaba el 1-0 momentáneo a favor de los peruanos con un zurdazo tras centro de Requena. Sin embargo, la alegría fue efímera. El árbitro Armando Pérez volvió a cobrar otro penal para los bolivianos, y Melgar convirtió el empate (45′). Ramallo al minuto 63 confirmó la remontada para los altiplánicos.

En el espejismo del proceso, la semana posterior a la derrota que sirvió de previa para recibira Uruguay en Lima, la prensa puso sobre la mesa una estadística que edulcoraba la amargura. También se perdió en La Paz camino a México 70, dijeron. Listo, la ilusión regresó a su lugar. Con Uribe entre los titulares al lado de Franco Navarro, la selección peruana saltó al gramado del Nacional para enfrentar a los charrúas. El 2-0 con goles de Rubén ‘Principito’ Sosa (46′) y Antonio Alzamendi (69′) confirmaban que Perú era un tranvía a punto de descarrilarse.

“El público peruana siempre ha sido frío. Jamás ha sabido compensarte por el esfuerzo que muestras en la cancha. No perdona nunca. Hay excesos. Se puede pasar momentos, pero hay que tener paciencia”, reporta “con todo, contra todos” de aquel partido. El autor de las declaraciones es Julio César Uribe, quien jugó aquel 27 de agosto su último partido oficial con la selección peruana.

En acción, Luis 'Cachete' Reyna en el Centenario de Uruguay por las Eliminatorias a Italia 1990. Detrás, el 'Puma' Carranza observa la jugada. (Foto: Archivo El Comercio)
En acción, Luis 'Cachete' Reyna en el Centenario de Uruguay por las Eliminatorias a Italia 1990. Detrás, el 'Puma' Carranza observa la jugada. (Foto: Archivo El Comercio)

La siguiente semana le tocó descansar a Perú, mientras Bolivia vencía por 2-1 a Uruguay de local. Para el 10 de setiembre, Pepe hizo dos llamados de urgencia. Convocó a Luis 'Cachete' Reyna, y le dio la cinta de capitán, y llamó a Andrés Gonzales, el delantero que comenzaba a abrirse paso con la camiseta de Universitario de Deportes.

Treinta años después, en la sala de su casa, ‘Balán’ hace un repaso de aquellas Eliminatorias, a la par de contar su testimonio del indulto que le dio Fujimori para el libro “11 Historias de la Copa América” (El Comercio, 2019). “A mí me sorprendió no ser llamado para las primeras fechas. Yo esperaba ser convocado por Pepe. Venía bien en la 'U'. Pero ya cuando se dio, estábamos casi eliminados. Menos mal, fue el único partido que me tocó participar y pude anotar”, contó.

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El gol de Balán (54′) intentó salvar el honor de la selección peruana la tarde del 10 de setiembre de 1989. Si embargo, Bolivia se tomó en serio el proceso y se puso a la cabeza del Grupo 1 ganando sus tres primeros partidos. Montaño (45′) y Erwin ‘Platini’ Sánchez (77′) apuraron la salida definitiva de Pepe y confirmaron la eliminación de Perú.

"El fracaso es de todos. [...] Siempre dije que en nuestro medio hay mejores entrenadores, como Miguel Company", dijo Percy Olivares dejando en claro que la relación entre el plantel y Pepe ya no existía.

La partida del técnico brasileño dio pie a un polémico caso en la interna peruana. Percy Rojas asumía como el nuevo director técnico, y desde la zaga central nacional Jorge Olaechea anunciaba que no viajaría a Uruguay para el último partido del proceso. ¿La razón? Reclamaba que la FPF no le había pagado un monto de tres mil dólares por conceptos de premios. ‘Mango’, que había sido capitán en el debut en La Paz, se bajaba del barco que se iba a pique.

Perú fue a cumplir a Uruguay, que otra vez en los pies del ‘Principito’ Sosa encontró la victoria con goles a los 45′ y 58′. Por otro lado, la FPF elevó el caso de Olaechea al Tribunal del Deporte del IPD. La sanción que vino fue dura: seis meses sin jugar por su club (Sporting Cristal) y cinco años sin poder vestir la camiseta de la selección peruana.

Fue tan duro el revés de las Eliminatorias al Mundial de Italia que la Bicolor no disputó ningún partido durante el año 1990. Cuando volvió a la actividad al año siguiente, las palabras de Percy Olivares se concretaron y Miguel Company asumió la dirección técnica de Perú. Y para mayor curiosidad, ese proceso también estuvo marcado por el caso de indisciplina de Andrés ‘Balán’ Gonzales. La pregunta sigue en el aire. ¿En ese momento se jodió el fútbol peruano? ¿Todo cambió para siempre cuando el equipo de Ricardo Gareca nos regresó al Mundial? En todos los frentes, podemos intentar sin éxito miles de respuestas.

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