El insomnio en la concentración de la selección peruana no tiene colores albicelestes, sino vinotintos. Preocupa que venga Lionel Messi, pero inquieta más que Venezuela le empate a Brasil con un gol de chalaca. Solo hay una manera de revertir la anticipada crisis de la Bicolor: hay que sumar mínimo cuatro puntos en la fecha doble de noviembre. No es exagerado decir que, tras el caótico arranque de Eliminatorias, Juan Reynoso se jugará el puesto dentro de un mes ante Bolivia en La Paz, y frente a los llaneros en Lima.
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