Con poco disimulo, tres muchachos intentan colarse en la fila de ingreso de uno de los sectores que se han dispuesto para la hinchada peruana en el estadio Hernando Siles de La Paz. “No sean malcriados”, “den el ejemplo”, son algunas de las increpaciones que les realizan y que, conforme pasan los minutos, van reduciendo su rigor, a la par que la expectativa se apodera nuevamente de los rostros de todas las personas que llevan una camiseta blanquirroja.