Ampay
1. interj. Perú. U. en el juego infantil de las escondidas para avisar cuando un jugador descubre a otro.
2. m. Perú. Descubrimiento de algo o alguien que trataba de ocultarse.
La palabra “ampay” ha tenido picos altísimos de búsquedas en el rastreador de Google. Si le adjuntamos los nombres de Christian Cueva y André Carrillo el tema ya se puede denominar como un hecho viral que invade las redes sociales y salta a debates en chats grupales de WhatsApp o sobremesas de los almuerzos en la oficina de trabajo. El término, según la RAE, es tan peruano que en las últimas horas puede ir tomando una nueva acepción. Dícese de quien aparece en un video y/o foto realizando un acto que la sociedad juzgará sin remedio alguno.
LEE MÁS | El Cholo, la chela y el show: ¿por qué renegamos de los ídolos que nos llevaron al Mundial y al ampay?
Si fueron o no ampayados, si estaban en su derecho o debían ser discretos, eso es un tema que puede tener más de una postura. La molestia general del hincha de la selección peruana responde a que dicho suceso se dio -supuestamente- días después de ser eliminados de la Copa América 2024 sin anotar ni un gol.
Sin intentar defender a los futbolistas en cuestión, hay que partir de una premisa para no criticar sin justificaciones: estaban de vacaciones tras el final de su vínculo con la selección. Además, unas últimas declaraciones de André Carrillo en el podcast “Fuera del sistema” conducido por el exseleccionado Percy Olivares ratifica las preferencias del jugador.
“Yo tengo familia, tengo amigos, quiero pasar tiempo agradable. A mí me encanta salir de fiesta. Cada vez que tengo una oportunidad de salir, voy a salir. Por qué voy a dejar de hacer cosas que a mí me gustan, si las puedo hacer”, dijo ‘La Culebra’.
Dicho todo esto, podemos soltar el término indisciplina, porque no se cometió ningún acto extradeportivo, y poner sobre la mesa otro mucho más importante: el compromiso. Deporte Total conversó en febrero pasado con Jorge Fossati, y la quinta pregunta de la entrevista buscó tener la postura del seleccionador nacional.
Sus respuestas las explicamos en los dos casos que le quitaron el sueño a la Bicolor antes y después de la Copa América.
La ausencia de Tapia
“Yo soy el entrenador del plantel, no soy el entrenador personal de nadie, si te puedo ayudar personalmente encantado de la vida, siempre y cuando no me afectes el grupo. Creo mucho en la importancia de la convivencia y de la mentalidad que tengamos como grupo. Vamos todos juntos o te bajás. Esto es colectivo, si querés ir por tu lugar anda a jugar al tenis o anda a boxear”, le dijo Fossati a El Comercio.
El técnico uruguayo aún no sabía que viviría su primera crisis en la interna de la selección peruana con Renato Tapia y su ausencia en la Copa América.
“Con mucho pesar, les informo que no podré acompañar a la selección en el viaje a Estados Unidos para disputar los próximos partidos. Como es de conocimiento público, el contrato con mi club vence el 30 de junio, y el periodo de transferencias internacionales es entre los meses de julio y agosto. Participar de los entrenamientos y partidos, bajo ese contexto, me significa un altísimo riesgo para mi futuro personal y profesional”, decía el comunicado del volante nacional.
En el desarrollo del tema se habló de seguros, de posibles contratos y un futuro que no se podía poner en riesgo. Lo que pasó después entre los hinchas de la selección peruana es señalar a Tapia por no jugar la Copa América. Llegado su turno, Fossati también se manifestó puntualmente del tema.
“Hablé con Renato el domingo por la noche y le expuse mis argumentos para que viajara, pero creo que no fueron suficientes. Yo respeto, no son niños. Acá hay determinadas normas que cumplir, tiene todo el derecho de pensar diferente y de hacer las cosas a su manera”, declaró a la prensa.
Y como sucedió cuando habló con El Comercio, el ‘Nonno’ volvió a ser enfático. “Cada uno tiene la posibilidad de decidir por su vida, mientras que no afecte al grupo”, sostuvo. A la fecha, Renato Tapia no ha sido anunciado en ningún club y Perú se quedó fuera por primera vez en 29 años de los cuartos de final de la Copa América.
Lo que suceda en setiembre próximo en la vuelta de las Eliminatorias estará centrado directamente a lo que decida Fossati para el bien del equipo, con o sin Tapia en el plantel. Una novela que sumará nuevos capítulos.
El festejo de la discordia
“Yo voy a seguir siendo Fossati. No me cambia nada, menos a esta altura de mi vida. Yo no soy ni un extremo ni el otro. Soy bastante frontal con el jugador. Cuido mucho la privacidad, en lo que se puede, porque hoy ni en tu familia podés tener privacidad, lamentablemente. Se hace todo viral. Ahí les marco desde el primer día qué pienso. Si un jugador me dice ‘yo creo que por este camino vamos a estar mejor’... bueno. Te escucho. Dame argumentos. Si lo tengo que pensar y lo tengo que cambiar, no tengo ningún problema. Pero me tenés que dar argumentos”, respondió Fossati en febrero 2024 a Deporte Total.
El entrenador de Perú, en más de 20 años de carrera, no cuenta con un largo historial de casos de indisciplina. Sin embargo, siempre ha marcado distancias con cualquier acto que no le sume al colectivo de sus equipos.
Que Cueva y Carrillo aparezcan -supuestamente- en una discoteca horas después de aterrizar a Lima con una mochila repleta de críticas por el mal rendimiento jugando por la selección, escapa de Fossati. Ya no estaban concentrados.
En este punto, hay que citar un punto que era innegociable durante el proceso de Ricardo Gareca, entre 2015 y 2021. Si un jugador llegaba al Perú citado por la selección, iba directo al hotel de concentración o a la Videna de San Luis. Excepto al inicio de la gestión del ‘Tigre’ con un caso de Luis Advíncula y Carlos Zambrano, no se registran más escenas que estén llenas de polémicas por jugadores apareciendo en público por temas extra futbolísticos.
En algún momento, Juan Carlos Oblitas se refirió al compromiso que debían tener los seleccionados durante los años previos a la clasificación al Mundial de Rusia 2018. Del aeropuerto al hotel y del hotel a la Videna. Así se manejó un plantel que tuvo su pico de rendimiento jugando la final de la Copa América 2019.
Por su parte, Luis Advíncula había tomado postura sobre cómo debe ser el comportamiento de un futbolista cuyo equipo no le están acompañando los resultados. “Me está yendo mal, no estamos ganando. ¿Y me voy a ir a una discoteca?”, dijo el ‘Rayo’ en el podcast La Lengua en YouTube.
Para cerrar la idea y explicar el cuestionamiento sobre Carrillo y Cueva, unas declaraciones de Oliver Sonne pueden aclarar la forma que un futbolista concentrado y comprometido encara los objetivos de su carrera y, por ende, de la camiseta que defiende.
“Mi trabajo es dormir temprano, tomar mucha agua, comer sano, no salir de fiesta, no salir a tomar. Claro que divertirme con mis amigos, pero siempre sabiendo que debo levantarme temprano para entrenar. En eso estoy concentrado. Por eso me pagan”, dijo en Sin Cassette.
Lo que suceda en setiembre próximo en la vuelta de las Eliminatorias estará centrado directamente a lo que decida Fossati para el bien del equipo, con o sin los implicados en estos temas polémicos en el plantel. Una novela que sumará nuevos capítulos.