Más de 50 minutos de un partido que la selección peruana enredaba y Argentina no sabía destrabar. Todo un primer tiempo donde no vimos ocasiones en el arco albiceleste, y donde el árbitro boliviano Gery Vargas y su asistente José Antelo nos regresaron a la era pre VAR: no cobraron un penal del peruano Huamán e invalidaron un gol legítimo por un offside inaudito que hizo que Javier Mascherano estalle de cólera en la zona técnica argentina.
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Nombre por nombre, Argentina puede pintarle la cara a cualquiera en este Preolímpico que se juega en Valencia, Venezuela. Valentini y Barcos, ambos compañeros de Luis Advíncula en Boca Juniors, ya jugaron una final de Copa Libertadores. Pablo Solari es la próxima joya que River Plate venderá al fútbol europeo. Y Thiago Almada gana rodaje en esta selección Sub 23 después de haber salido campeón del mundo con Leo Messi en Qatar 2022.
A los nuestros, en cambio, los mueve y motiva el orgullo. “Esto no se ha terminado”, declaró el capitán Saba al final del partido cuando la respiración se le entrecortaba por el cansancio del partido. Al equipo de Chemo, que dio un golpazo en el debut contra Chile, no le sobra ni un gramo, pero tiene corazón para plantarse en la cancha. Para aguantar y sorprender. Para gritar que está en el Preolímpico con las ganas de dejarle la vida en la cancha. Sin embargo, no alcanza.
Acusados de inexpertos, de movimientos siempre inocentes, producto de un torneo de menores en los que los partidos terminan 10-0, las selecciones Sub 23 de Perú no solo no clasificaron a los Juegos Olímpicos en 64 años, sino que desde los 90 se volvieron a Lima del quinto puesto hacia abajo y salvo aquella del 2000 en que Pizarro hizo 5 goles y fue dupla con Lobatón, se rendían pronto y parecían carecer hasta de eso que debería tocarnos a todos, alguna vez: suerte.
La nuestra se acabó cuando Álvaro Rojas tumbó al Colo Barcos y Almada cambió el penal por gol (53′). Lo demás fue control de Argentina y desesperación de Perú. Gondou ingresó a los 84′ y tres minutos después puso el 2-0. Telón abajo. Paraguay es la siguiente parada.
Arco y defensa
Puede ser la última imagen del primer tiempo el resumen de este Perú sorpresivamente duro: Erick Noriega y Diego Romero, primer central y arquero, se van al descanso conversando algo, respirando profundo, descargando los nervios con un aplauso para sus compañeros. Sin tirar pirotecnicas ni halagos desmedidos, nos recuerdan al primer Zambrano, el que salió de Cantolao hacia Alemania, y al primer Gallese, el que daba garantías en el arco de un San Martín siempre protagonista.
Huamán no da garantías de una salida limpia; menos cuando tenía que enfrentar a Almada y Solari en el uno contra uno, y estuvo condicionado desde los 38 por una tarjeta amarilla. Del otro lado, Villacorta tampoco la pasó bien cuando tenía enfrente a Medina y Barco. Argentina no era una aplanadora, pero Perú no podía competir en el estado físico.
Se notó cuando Lutiger, nuevamente, dejó el campo de juego por lesión. Se perdió los últimos 15 minutos y le dejó su lugar a un Astudillo que se contagió del espíritu de Noriega y dejó buenos pasajes hacia el final del partido.
Volante
De Álvaro Rojas esperan mucho en Universitario, le dijo Jorge Fossati a El Comercio en los entretelones de la entrevista posterior a salir campeón de la Liga 1. El hoy técnico de la selección en noviembre del 2023 le veía proyección entre los jugadores de la reserva crema. Por eso y más no hay que sepultarlo después del penal que cometió ayer contra Valentín Barco.
En ese 4-3-3 que plantea Chemo del Solar, Emilio Saba (22 años) es el que más corre por la banda derecha. Se asocia con Burlamaqui, busca a Goicochea, apoya a Villacorta. Por algo lleva y suda la cinta de capitán. Por otro lado, Alessandro Burlamaqui juega una intensidad distinta. Su formación europea se nota tanto como su deficiencia para sostener el juego cuando el balón pasa por sus pies.
Ataque
Cuestionar a un ataque que casi no llegó al arco contrario sería un despropósito. Entre Diether Vásquez (24), Juan Pablo Goicochea (4) y Guillermo Larios (56) suman 84 partidos en sus clubes, y solo 7 goles (5 Larios y 2 Vásquez). ‘Goico’ asistió al Preolímpico sin equipo definido tras su formación en Alianza Lima.
El camino a París tiene dos retos más: Paraguay y Uruguay. Ambas selecciones protagonizaron ayer un 4-3 con remontada guaraní. Y aunque las chances estén intactas en la confianza del plantel, lo mejor que le pasará a este equipo dirigido por Chemo será el rodaje internacional necesario para seguir creciendo.