Primero fue el fenómeno Cristian Benavente, quien nacido en España llegó para vestir la Blanquirroja en una Sub 17 y llegó hasta la mayor. Luego, Gianluca Lapadula con más de 30 años aceptó vestir los colores de la selección peruana. Desde ahí, la mirada sobre los futbolistas de raíces peruanas en el exterior cambió.