Vestido de un azul nostálgico y acompañado del mejor amigo que le dio el tenis, Roger Federer se despide tras 24 años maravillosos, pero no sin antes dar una última muestra de la enorme calidad que sigue atesorando.
MIRA- Federer se retira: Cinco momentos que nunca olvidaremos del mejor tenista de la historia
En Londres, ante una multitud de gente que fue a verle especialmente a él (a despedirse), ‘Su Majestad’ demostró una última vez por qué es -para muchos- el rey indiscutible de este deporte.
Desde temprano en su presentación del evento con el ‘Big 4′, el suizo recibió incansablemente la ovación del público. Esta aclamación se extendió sin cesar hasta caer la noche en la capital de Inglaterra.
De hecho, durante el partido de dobles al lado de Rafael Nadal -frente a la juventud de Frances Tiafoe y Jack Sock-, Roger fue aplaudido con vehemencia incluso en sus fallos.
Justamente, en una jugada del primer set -errática de por sí- el ganador de 20 Grand Slams demostró que aún tiene calidad de sobra. Cuando la bola cayó en su cancha, en la disputa del tercer ‘game’, el suizo le pegó como pudo y terminó gestando una inesperada genialidad.
Si bien la pelota fue mala y el punto fue para la dupla contraria, Federer -exhibiendo su gran visión- se percató desde un inicio que la pelota había pasado por un hueco extraño de la red. Nadie se había dado cuenta de eso; solo él y Jack Sock, que estaba cerca de la net.
De hecho, Rafael Nadal, para despejar las dudas, le consultó a Roger si el punto fue válido antes de que se revisara la jugada. “Yo no la vi”, le dijo el español. “Yo sí”, respondió el suizo, que aceptó el fallo con una gran perspectiva.
La jugada fue revisada segundos después y, efectivamente, la pelota no había pasado por encima de la red, sino por un hueco del costado. Aún así, Federer mantuvo una sonrisa cómplice y el público no le dejó de aplaudir.
Y es que prácticamente nadie podía meter el balón por un espacio tan estrecho como ese, pero él sí. Hasta hizo creer que no había nada extraño de por medio y que, por tanto, el punto había sido favorable... hasta que se demostró lo contrario.
Así, ovacionado como lo merece y con una última maravilla ejecutada en la pista, Roger cierra su carrera a lo grande. Su último partido ha sido junto a ‘Rafa’, uno de sus mayores rivales y su más grande amigo. Noche muy especial para él y para las millones de personas que lo quieren. Ahora ‘Su Majestad’ suelta la raqueta y baja el telón.
Ya no hay nada más que demostrar. El suizo es leyenda pura. Y todo el mundo lo sabe perfectamente.
Contenido sugerido
Contenido GEC