“Hace mucho, mucho tiempo en una cancha de tenis muy lejana Andy-Wan Kenobi y Novak Skywalker protagonizaron una batalla de leyenda”. De esta forma comenzaba el video que, con sentido marketero, posteó la Asociación de Tenistas Profesionales, a propósito del pasado 4 de mayo, día mundial de “La Guerra de las Galaxias”. La estrategia de involucrar la saga galáctica en este tributo a dos de sus representantes más célebres obtuvo una inesperada respuesta de uno de los homenajeados. Tras observar las imágenes, Djokovic decidió compartirlas con Murray deseándole una pronta mejoría, y también exhortándolo a no permitir, de ninguna manera, que se hable de ellos en tiempo pasado. El mensaje terminaba con un cariñoso “que la fuerza te acompañe, mi amigo”.
Tres meses después del video, Novak ha cumplido con el trato. Olvidando sus lesiones, el serbio ganó Wimbledon. Dos torneos después se convirtió, con su victoria en Cincinnati, en el primer tenista en ganar los 9 torneos Máster 1000 de la ATP. Este regreso arrollador de Nole ha animado a algunos expertos a lanzar pronósticos. Por ejemplo, Mats Wilander, número uno en el 88, cree que si el serbio mantiene este nivel puede, en los próximos tres años, convertirse en el mejor tenista que ha existido en el circuito.
“Lo fantástico de Novak es que ha regresado a la palestra sin todavía alcanzar su plenitud tenística”, aseguró el sueco. Otros, en cambio, se preguntan si ya no está el Djokovic de hoy a la misma altura de Federer y Nadal.
Ya no se trata más del tenista voluble, sino de un estratega con suficiente resiliencia para hacer frente a los contratiempos que aparecen en cada partido. Sus números son envidiados, aun por los más grandes. Djokovic tiene saldo a favor contra Federer y Nadal. A ambos les ha ganado un par de veces más que ellos a él. Además, ha conquistado en cinco oportunidades el Torneo de Maestros, trofeo que Rafa no ha podido levantar nunca. También se ha coronado en Montecarlo y en Roma, fortines de tierra batida que han permanecido sordos a la música del maestro suizo. Nadal tampoco ha podido consagrarse en Shangái, lugar en donde Nole ha sonreído en un par de ocasiones.
Al igual que Federer y Nadal, el serbio ha sabido liderar a su país a conquistar la Copa Davis. Con esto, solo le queda como asignatura pendiente el oro olímpico. Rafa ya lo consiguió en singles y dobles en distintos Juegos, mientras que Federer lo obtuvo haciendo dupla con Wawrinka en el 2008. Nunca, en toda su carrera, se lo vio tan desconsolado a Djokovic como cuando fue eliminado por Del Potro en Río 2014.
Otro de los puntos en contra de Nole (13 títulos de Grand Slam en total) para equipararse a los otros dos gigantes, es que ha conquistado menos torneos de este nivel que Roger (20) y que Rafa (17). Djokovic es un competidor versátil. Tiene la capacidad de adaptarse a las diferentes superficies sin perder solidez. En relación a Federer el tiempo parece jugar a su favor, en cuanto a Rafa, Nole da la sensación de estar más entero físicamente.
El 27 de agosto el Abierto de Estados Unidos rompe fuegos con su cuadro principal. Una ocasión propicia para ver si la teoría de Wilander empieza a cobrar vida.