Roger Federer y Rafael Nadal en Wimbledon 2008. (Foto: AFP)
Roger Federer y Rafael Nadal en Wimbledon 2008. (Foto: AFP)
Ricardo Montoya

. Su majestad es el número uno. Tremenda postal”. Esta fue la magnífica devolución de Guido Pella al tuit con foto que su novia, la modelo Stephanie Demner, había, a manera de saque ganador, subido a las redes sociales. Ella, bromeando, le pedía perdón al tenista argentino por “amar mucho” al gran con quien compartía la imagen. Más allá de los reflejos felinos de Pella en el ciberespacio, está claro que Wimbledon es el hogar del suizo. Él es la vedette del torneo, él es el más requerido y también el favorito sentimental del público. Es por eso que hoy, independientemente que sea muy querido por los fanáticos, el grueso de los asistentes va a apoyar a Roger en la cuadragésima versión del clásico del tenis moderno. Rafa, que aventaja a Federer con 9 victorias más, intentará aprovechar la grama lenta de este año para prolongar su fantástico momento en el circuito. En el 2008 en lo que William Foster Wallace describió como “una experiencia religiosa”, el ibérico destronó a ‘Su Majestad’ en cinco sets celestiales, en el que los entendidos califican como el mejor partido de la historia.

El césped de ‘La Catedral’, sin embargo, todavía tiene a Federer adelante por 2 a 1 en el mano a mano entre ambos. El de hoy, pese a no ser una final es un partido clave para los dos. Hace un mes Nadal fue testeado en sus dominios de tierra batida y pasó el examen con holgura. Esta vez es Roger el que será puesto a prueba en el torneo de Grand Slam que más le place. ‘El expreso helvético’ se ha proclamado ocho veces ganador en la hierba inglesa, lo que no ha sido tomado en consideración por las casas de apuestas que, considerando el momento de cada uno y la velocidad de la superficie, ven a Nadal como favorito, aunque por muy estrecho margen.

Por el otro lado del cuadro, otros dos treintones dirimirán un cupo para disputar el título. Novak Djokovic que ha perdido sus últimos dos partidos contra Roberto Bautista Agut sigue siendo el candidato para redimirse, cortarle la racha al español y meterse en la definición del domingo. ‘Nole’ espera defender la corona para extender su reinado, primero en Londres y después en el mundo del tenis. Le espera un partido de alto voltaje.

Mañana será un día complejo para Serena Williams. Deberá vencer a Simona Halep para alzarse con el título e igualar a Margaret Smith Court, con 24, como la máxima ganadora de Grand Slams. Para lograrlo requerirá de dos herramientas fundamentales: manejar su ansiedad y tener un porcentaje alto de primeros servicios. Si logra convertir aces con frecuencia y permanece ecuánime durante el juego, es probable que haga valer su hegemonía sobre la rumana, ex número uno del mundo a la que ha derrotado en nueve de las 10 ocasiones que se han topado en el Tour.

Por último, la dupla colombiana de Juan Sebastian Cabal y Robert Farah va a tratar de ganar Wimbledon para convertirse en la primera pareja enteramente latinoamericana en conquistar un torneo de los grandes desde que Lucho Horna y Pablo Cuevas fueran los mejores de Roland Garros en el 2008. “Hace trescientos años que el jardín florecía y lleno de perfumes florece todavía”, escribió Luis Fernán Cisneros alguna vez. No hablaba de Wimbledon, ni de su vigencia ni de su tradición. No importa, el verso y lo que sugiere es útil para cerrar esta nota sobre el templo del deporte blanco.

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