La tarde del 29 de setiembre del año pasado, Universitario de Deportes derrotó 1-0 a Alianza Lima y alcanzó el primer lugar de la Liga 1, con cinco puntos de ventaja sobre sus más cercanos perseguidores (Sporting Cristal, el ‘compadre’ y Carlos Mannucci). La curiosidad que despertaba el éxito de Ángel Comizzo, por los cuatro triunfos consecutivos, no solo llevó a que se analice con detenimiento su 4-3-3 o qué movimientos armó el bloque de ataque para que Alberto Quintero haya aparecido por el segundo palo y así gritar, junto a todo el Monumental, la felicidad. También se buscó alguna explicación hasta en su armario.
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Ángel Comizzo no se cambiaba el uniforme. Era un valor agregado -como quien se hace una señal de la cruz- al trabajo: casaca negra con tres cierres en la parte frontal, un pantalón gris y zapatos en punta. La cábala duró hasta la derrota con Deportivo Municipal (3-0). Sin embargo, aquella “costumbre” -como él lo define- es parte de su día a día. En esta tercera etapa con los cremas, se ha repetido la historia, aunque el abrigo es otro y a dos colores: negro y lila.
Hace un mes y medio confesó un detalle sobre una anécdota que siempre se ha recordado en los River Plate-Boca Juniors desde 1992. El 11 de octubre de aquel año, el ‘Indio’ se convirtió en el primer jugador del mundo que atajó con una radio en la mano y con auriculares. El juez Juan Carlos Loustau cobró un penal a favor del cuadro ‘Millonario’ y antes de que Hernán Díaz ejecute, le dio la espalda a la acción y miró a toda la ’12′ del cuadro ‘Xeneize’ en la Bombonera. El hoy técnico crema tomó aquella radio que le arrojaron desde la tribuna y buscó un dial para seguir la acción de cerca.
“Estaba tratando de sintonizar tu narración, porque siempre me acompañabas en los partidos, y nada”, le dijo Ángel David al periodista Atilio Costa Febre, en una entrevista por Instagram. El arquero, por ese entonces, levantó la cabeza y vio a la barra de Boca celebrando. River Plate había fallado el penal. Con la voz de Atilio Costa quizá otro era el destino. Comizzo, 18 años después, todavía lo siente así.
En Ate no ha llegado a tanto pero en la delegación ya conocen de memoria dos cosas: siempre viaja en el asiento del bus que está detrás del chofer y nunca junto al pasillo. Concentra, además, en la misma habitación, la que tiene una ventana con vista a la calle. Hoy menos que nunca va a cambiar: la ‘U. Registra cuatro victorias consecutivas y esta tarde -frente a Ayacucho- tiene más chances de consolidarse en la punta. Aquí algunas de las razones del por qué se está notando su mano en el campo.
-Un acto de magia-
La temporada pasada, Donald Millán no jugaba con chimpunes ni canilleras ni con la indumentaria celeste de Binacional. Usaba frac, un sombrero y hasta entraba al campo con una varita: participó en 33 partidos y anotó 23 goles. Que su nombre en los últimos meses del 2019 no solo haya sonado en Ate, sino también en otros barrios de la capital no era casualidad. Finalmente se puso la camiseta crema. Sin embargo, un detalle le jugó una mala pasada: se sumó tarde a la pretemporada.
Con Gregorio Pérez arrancó ante Melgar, Sport Huancayo, Carlos Stein y Sport Boys -en la Copa Libertadores sí lo hizo en los cuatro cotejos frente a Carabobo y Cerro Porteño (dos primeras fases del certamen)-. El tema es que no estuvo a punto en lo físico y entró, durante aquellas semanas, sin el disfraz de ‘mago’. Ahora, con Comizzo, que ya lo conocía de la Universidad César Vallejo, apareció en su pizarra inicial en los cinco partidos: con Cantolao, San Martín, Cienciano, Alianza Universidad y Deportivo Llacuabamba.
“Yo acepté enfrentar los partidos de esa forma y era toda mi responsabilidad. Eso fue lo que me pasó y no pude encontrar el nivel que todos deseamos. Ahora ya con una pretemporada hecha, en este tiempo que hemos tenido, dentro del campo de juego me siento más cómodo y con fuerza”, mencionó el volante colombiano, hace algunas semanas, en Depor. Está a punto de volver a usar el frac, el sombrero y hasta la varita. El caso de Donald sí representa la intensidad que muestra el cuadro: físicamente marchan bien.
-Un tipo creyente: juega con Dos Santos-
Defensa y Justicia, Godoy Cruz y Colón de Santa Fe. En ese orden, los tres clubes argentinos, preguntaron por los servicios de Jonathan Dos Santos durante la ‘para’ por pandemia. En la ‘U’, hasta sus propios compañeros, saben que será difícil tenerlo para el proyecto deportivo del próximo año: hay una deuda aún con Cerro Largo (de 50 mil dólares), dueño de su pase, y la institución uruguaya no quiere renovar su vínculo a través de un préstamo, sino una venta.
Sin embargo, como señaló Alejandro Hohberg, en Ate tienen claro que la idea es aprovecharlo: lleva ocho tantos en un club que alcanzó la mejor cifra en ataque del campeonato (21). Pese a ello, y a los antecedentes que ya había mostrado el ‘9’ en la ‘era Gregorio Pérez', Comizzo no se apuró para colocarlo en su pizarra. Lo llevó de a pocos luego de la operación que tuvo en la rodilla izquierda.
Ni el empate a cero frente a Cantolao lo desesperó para que en las siguientes fechas -contra la Universidad San Martín y Cienciano- lo utilice desde el arranque. Su primera carta era Alexander Succar y Dos Santos, a su vez, aparecía en el segundo tiempo. Contra Alianza Universidad y Deportivo Llacuabamba jugó desde el inicio (sumó 180 minutos).
-Respetó una estructura-
Para continuar con el ejemplo del año pasado, en aquel clásico que la 'U’ derrotó a los victorianos, el cuadro de Ángel David formó con José Carvallo; Aldo Corzo, Brayan Velarde, Nelinho Quina, Jersson Vásquez; Armando Alfageme, Gerson Barreto, Rafael Guarderas; Alberto Quintero, Alejandro Hohberg y Anthony Osorio. Salvo el lateral izquierdo y el ‘9’, todos continúan hasta ahora en el plantel. Es decir, ese mismo grupo -más los que llegaron desde Uruguay- se acoplaron: hasta el duelo con Alianza Lima de marzo de este año, lo dejaron en claro (con Gregorio Pérez la ‘U’ venció a Melgar, Huancayo, Carlos Stein, Alianza; empató con Boys y solo cayó frente a la Universidad César Vallejo).
“A excepción de (Jonathan) Dos Santos, (Luis) Urruti y (Federico) Alonso, los conozco a todos”, señaló el ‘profe’ cuando llegó el pasado 3 de julio. Ese fue un detalle que le permitió que haya un mensaje claro con el primer equipo. Además, sostuvo a ‘Caballo’ Alonso en la zaga (uno de los puntos más altos en el fondo); a Urruti le dio minutos con Cantolao, San Martín, Cienciano y Alianza Universidad (luego ya no contó con él por una lesión en la rodilla); y con Jonathan ya sabemos cómo lo llevó en su proceso de recuperación. A Iván Santillán y, claro, Donald Millán los referenciaba del torneo local (los otros jales 2020).
-La voz (y voces) de Ángel en el campo-
Hay dos motivos fuertes: uno puede ser por la afinidad del puesto, el panorama de todo el campo que te brinda el arco. El otro -y, por supuesto, no menos importante- la cercanía que hubo con él en el 2013, cuando la institución logró su último título nacional. Esos detalles influyeron al momento de darle la cinta a José Carvallo, quien es uno de los líderes en su pizarra. El punto a favor es que en cada línea también encuentra una voz de mando.
En la defensa está la experiencia de Aldo Corzo y Nelinho Quina; en el mediocampo la de Armando Alfageme; y metros más adelante la de Alejandro Hohberg. Incluso, en el resto de jugadores también se notó cómo llegó el mensaje. Incluso Gerson Barreto, quien hace siete años conoció al ‘Indio’ cuando entrenaba en la reserva crema, no duda en dejarlo en claro: “Con el ‘profe’ Ángel pasa que ya lo conocíamos desde el año pasado. Ya sabemos qué pide, qué quiere y nos hemos adaptado muy bien y rápido a ello. Y los que no lo conocían también se acoplaron bien”.
-La racha que lo acompaña-
El año pasado acumuló cuatro victorias seguidas -Alianza Universidad, Binacional, Huancayo y Alianza Lima- y luchó hasta el final el título del Clausura. Para esta tercera etapa con el buzo de Universitario tiene la chance de ampliarla: ya venció a San Martín, Cienciano, Alianza Universidad y Deportivo Llacuabamba. Si hoy suma de a tres frente a Ayacucho FC se consolidará en el primer lugar del campeonato con 28 unidades y estará a un partido de alcanzar el registro de Pedro Troglio en 2017 (en 2016, Roberto Chale también llegó a seis triunfos seguidos).
En el 2013 -cuando dio la vuelta en Ate- alcanzó nueve duelos invicto y con racha de cuatro victorias: la ‘U’ ya va ocho sin caer en la presente temporada. La ‘U’ tiene para soñar, con un Comizzo que esta tarde contra Ayacucho FC apelará a todo esto y, probablemente, a aquella casaca, negra con lila, que no deja de abrigarlo en lo más alto de la tabla.
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