Por años, el Perú tuvo a sus voleibolistas jugando alrededor del mundo en clubes extranjeros. Italia, Brasil, España. Las manos morenas se elevaban y hacían puntos por todo el globo. Ahora, el panorama no es así y si exportamos jugadoras es básicamente a universidades estadounidenses. Karla Ortiz es una de las excepciones.
Por segunda vez en su carrera, la atacante cruzará el charco para irse a jugar a Europa: el club israelí Neve Shaanan en la ciudad de Haifa la quiso, la llamó y la firmó. ¿Lo mejor? También jugará la Liga Europea de Voleibol.
Te vas a jugar a Israel por segunda vez.
Sí, está será mi segunda experiencia en el vóleibol israelí. La primera vez fue en el 2011, cuando dejé Divino –mi club en Lima– y fui para allá. En esa oportunidad mi contrato fue por tres meses, esta vez es por seis meses, así que espero desarrollarme mucho más.
¿Cómo está el vóleibol israelí?
Siendo sincera, el nivel es regular, no es nada extraordinario. Pero lo importante es que mi equipo quedó entre los tres primeros en el ámbito nacional y, por eso, ya está clasificado a la Liga Europea.
Y esa sí es una competencia de otro nivel.
Totalmente. Los mejores clubes de Europa juegan en esa liga y poder participar de ese torneo fue lo que me convenció para tomar la decisión de irme. Jugar la Liga Europea es otra cosa.
¿No tuviste problemas con Sporting Cristal para dejar el club?
No, felizmente mi contrato tenía una condición que me declaraba jugadora libre, así que no tengo inconvenientes con el club.
¿Y con la selección? Muchas de las chicas que se han ido a jugar al extranjero han tenido problemas para seguir representando al Perú.
Cuando recibí la propuesta de Israel, hablé con Natalia [Málaga, entrenadora de la selección peruana] y me dijo que me apoyaba, que irme me iba a dar roce. Como me estoy yendo solo seis meses, me perderé el torneo de clubes peruano, pero llego perfecto para la temporada de campeonatos con la selección nacional. Lo que quiero es ganar más experiencia.