Desde los inolvidables tiempos del catchascán en el Coliseo del Puente del Ejército, pasando por Glow los domingos en canal 2, y la poderosa WWE, en el Perú la lucha libre no solo es un deporte que se practica y se admira, también es una definición de lo que somos: no hay peruano que no luche, muchas veces en bvd.
César Campos es reportero gráfico de El Comercio y tengo la sospecha de que es un admirador de la lucha libre en el Perú. Dice, entre sus recuerdos, que para finales de los 90 un grupo reducido de alumnos del ex luchador ¨Sandokán¨ realizaban funciones esporádicas en pequeños recintos. Allí había una semilla. Era la semilla de Generaxión Lucha Libre en el Perú, con más de 10 mil seguidores en FB.
Ya en el 2010, “Lucha en Vivo”, como inicialmente se llamaba, desarrollaría una nueva imagen y un lanzamiento con una nueva producción. Parte de este proyecto incluía el nuevo nombre: GeneraXión Lucha Libre. El nuevo promotor, Charlie Navarro, patenta el concepto y logra vender la idea al centro comercial Minka para programar peleas en junio del 2011 conocidas como Noche de Titanes.
Diez años después, esto que es sustento de decenas de familias, se acabó por la pandemia del coronavirus. Este reportaje gráfico de César Campos es el resumen de lo que ha pasado con la vida de L.J. Night, Isis y el Dr. Veneno, tres de los mejores luchadores peruanos de Generaxión... Cómo se vieron afectadas, cómo siguieron entrenando, y cómo convirtieron sus casas en un gimnasio y también en un imaginario coliseo, a donde van a volver.
Porque si se es peruano y no se lucha, no se es peruano del todo.
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Este es el reportaje gráfico de César Campos, fotoperiodista de El Comercio.
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