Gino Alva Olivera

Frente al bravo mar de las playas San Pedro y Yaya –en el distrito de Chilca, Cañete, al sur de Lima– descansa, inmóvil, un espejo de agua de más de un kilómetro y medio de largo. Una nublada mañana de marzo, en el centro de este humedal se encuentra un grupo de aves de distintos tamaños y colores: garzas blancas, cushuríes y playeritos, entre otras. Las pisadas y voces de cuatro extraños quiebran el silencio y las ponen en alerta. Algunas alzan vuelo, otras buscan resguardo entre la vegetación.