La curva de contagios de dengue en Lima Metropolitana continúa en ascenso. En la primera semana de mayo, los casos reportados marcaron picos respecto a meses y años anteriores, llegando a 1.155 nuevas infecciones (entre confirmadas y probables), según la Sala Situacional del dengue del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa.
El aumento semanal de los contagios ha mostrado una marcada subida desde la semana epidemiológica número 15 (del 9 al 15 de abril) y en lo que va del año ya suman 4.823 contagios en toda la ciudad [ver cuadro]. Esta cifra es el doble de los contagios acumulados en los tres años anteriores, del 2020 al 2022 (2.416 casos).
San Juan de Lurigancho es el distrito con más casos registrados (1.397), pero Chaclacayo y San Juan de Miraflores muestran la mayor incidencia (517 y 226 casos por 100 mil habitantes). La rápida expansión de la enfermedad ya afecta a 39 de los 43 distritos limeños. Hasta ayer aún no se habían detectado casos en Barranco, Punta Hermosa, Punta Negra y San Bartolo.
El ascenso de la curva también se observa en el Callao. En lo que va del año, el primer puerto registra 329 casos (confirmados y probables), 15 veces más de lo registrado en los últimos tres años (21 casos). La mayor cantidad se concentra en Ventanilla y Mi Perú, con 208 y 66 infecciones.
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Estrategia a adoptar
¿Qué medidas deben implementarse frente a la subida de contagios? Fernando Mejía, médico infectólogo y miembro del Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humboldt de la Universidad Cayetano Heredia considera que la fumigación y la erradicación del mosquito transmisor del dengue (aedes aegypti) debe ser complementada con una adecuada campaña de educación sobre los signos de alarma que produce esta enfermedad para poder tratarla a tiempo.
“Muchas personas acuden para un diagnóstico, pero no lo van a tener inmediatamente porque las pruebas para confirmar dengue demoran. Deben ir a un establecimiento de salud si tienen vómitos persistentes, hinchazón de pies, sangrado espontáneo de encías o nariz, dolor abdominal intenso, o si son grupos vulnerables como gestantes, niños muy pequeños o enfermos cardiacos o renales. La mayoría se complica una vez que desaparece la fiebre”, explica.
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El especialista añade que podría haber un subdiagnóstico de la enfermedad, por lo que todos los casos sospechosos deberían tratarse como si fueran este mal. “Si hay síntomas paracetamol para la fiebre, hidratarse mucho, pero no automedicarse ni aplicarse inyecciones intramusculares. En el caso de niños, los padres deben estar mucho más atentos justo cuando desaparezca la fiebre”, anota.