Casi la mitad de establecimientos del primer nivel de atención no tiene médicos

Casi la mitad de casos de trata de personas en fiscalías corresponde a menores de edad | INFORME

El puesto de salud Santa Rosa de Belén pertenece al primer nivel de atención, aquel que, en condiciones óptimas, debería resolver el 80% de los problemas de salud del país. Sin embargo, pese a las continuas promesas de candidatos y mandatarios por fortalecer este nivel, este continúa abandonado. Para diciembre del 2022, solo el 5,5% de sus 8.317 establecimientos se encontraba en buen estado.

Además, a la fecha, el 45% de estos centros y puestos de salud no cuenta con médicos. Es decir, casi uno de cada dos establecimientos de salud carece de estos profesionales.

En promedio, en el primer nivel hay cuatro médicos por cada 10.000 habitantes. Si sumamos el número de enfermeras y obstetras, el promedio de profesionales que atienden en este nivel básico es de 18. Callao, Lima y La Libertad no llegan ni a nueve de estos profesionales por cada 10.000 habitantes.

“No hay conciencia de la capacidad que puede tener el primer nivel de atención para resolver los problemas de salud y evitar el congestionamiento en los hospitales”, señala el doctor Hernán Sepúlveda, asesor regional de Recursos Humanos para la Salud de la Organización Panamericana de la Salud. Según el experto, diversos factores explican este problema. Uno de ellos es que tenemos un modelo de atención centrado en hospitales, en el que no se prioriza la prevención ni la difusión de conductas saludables. Temas en los que debería estar enfocado el primer nivel. Otro problema está en la orientación curricular de las universidades. “Los médicos son formados para trabajar en los hospitales y, cuando egresan, no tienen ninguna orientación ni vocación para el trabajo con la comunidad”, afirma.

El doctor Gerardo Ronceros, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Privada del Norte, sostiene que un médico tiene como labor principal diagnosticar y tratar. “Todos los profesionales son importantes, pero si no hay médicos es difícil diagnosticar y derivar. Estamos dejando a una persona enferma sin la atención que merece. Si estuviéramos dentro del sistema de salud de otro país, el hecho de que no te atienda un médico estaría penado”, enfatiza.

El primer nivel se encuentra dividido en cuatro subniveles: I-1, I-2, I-3 e I-4. El primero, que concentra el 53% de los establecimientos, no está obligado por ley a contar con un médico, a pesar de que entre sus principales servicios se encuentran aquellos dedicados a la salud familiar y comunitaria, la atención con medicamentos y de parto inminente, nutrición integral, prevención del cáncer, entre otros. Pese a que los otros subniveles deberían tener al menos un médico, un recorrido por los puestos de salud de Villa María del Triunfo muestra que no siempre es así: ninguno de los tres establecimientos visitados tenía un médico atendiendo.

Por otro lado, los expertos hacen énfasis en la importancia de los médicos de familia, pero solo hay 1.073 de estos especialistas en el país, y los puestos para ellos son mínimos. “Terminan haciendo trabajo administrativo”, sostiene Ronceros, quien expone que, “en todos los países del mundo, las vacantes para las residencias las determina el Estado, que identifica su brecha sanitaria. En el Perú, el Gobierno no sabe qué especialidad le hace falta”.

Para Ronceros no estamos coberturando de forma adecuada la salud. “La falta de médicos se traduce en estrés del médico que debe atender a varios pacientes, las consecuencias son una mala atención, un mal diagnóstico, una receta poco ideal o un trato inapropiado hacia el paciente”, advierte.

El doctor Hernán Sepúlveda sostiene que si bien es difícil para cualquier país de la región y del mundo contar con todos los profesionales necesarios se debe hacer énfasis en realizar un trabajo en red. “Debemos establecer una red integrada que nos permita identificar, por ejemplo, en qué lugar sería clave contar con un conjunto de profesionales de la salud y en qué lugares cercanos podemos ubicar a un solo profesional capacitado para diagnosticar y derivar. Deberíamos tener identificadas estas redes y saber dónde ubicar equipos y donde ubicar profesionales que trabajen de la mano con estos equipos”, señala.

Sepúlveda también menciona la importancia de la telemedicina. “En algunos lugares podemos tener técnicos que puedan tratar, pero también puedan contactar a pacientes con médicos especialistas, mediante la telemedicina, cuando sea necesario. Hay formas. Hay una distribución de tareas que debería darse”, enfatiza.

El Minsa no respondió a las preguntas enviadas hasta el cierre del informe.