La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, respondió a El Comercio con respecto a la situación del Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP) tras el polémico nombramiento de Ninoska Chandia como presidenta ejecutiva. Según afirmó, el organismo adscrito a su cartera no ha estado sujeto a presiones políticas desde el gobierno.
También reiteró que la designación de la ex directora de comunicación estratégica de la presidenta Boluarte no implica un riesgo para la independencia informativa de TV Perú y Radio Nacional. La funcionaria del Ejecutivo rechazó movidas de operadores políticos previo al ingreso de Chandia.
–¿Qué produjo que se tomara esta decisión de designar a Ninoska Chandia como presidenta ejecutiva del IRTP?
Bueno, ese es un tema de confianza. Siempre los funcionarios públicos estamos llanos y sabemos que estamos evaluados o siendo revisados. No solamente desde el IRTP [sucede eso]. En el caso del ministerio de Cultura, tenemos tres órganos adscritos [el IRTP, la Biblioteca Nacional y el Archivo General de la Nación] e incluso en las direcciones generales de Cultura seguimos haciendo los cambios. Estamos siempre tratando de mejorar. Estamos siempre ahí revisando.
–Lo que tengo entendido, a partir de información de diversas fuentes, es que la señora Chandia ya tenía asegurado su puesto [en el IRTP] desde Palacio. Ella ya lo habría requerido así, desde hace incluso un mes antes de que ella sea formalmente designada como presidenta ejecutiva.
No. Yo no tengo conocimiento de eso.
–En la gerencia de Televisión, en la gerencia general, en la oficina de Asesoría Jurídica del IRTP han ingresado ahora personas que tienen un perfil similar al de Ninoska Chandia, que son personas que vienen de cumplir funciones de imagen institucional o comunicaciones de entidades públicas o ministerios. Esto contrasta con el perfil que antes se trataba de mantener, que era de periodistas de carrera, con una línea distante de las relaciones públicas. ¿Ese giro no pone en riesgo la independencia del contenido informativo en los medios del Estado?
Se puede especular muchas cosas, ¿no? Como tú bien dices, son dichos que están saliendo seguramente de algunas personas, que está muy bien, pero creo que hay que esperar resultados. Hay que ver cómo está yendo la gestión. Ha pasado un mes desde el cambio [en la presidencia ejecutiva del IRTP] y, cuando hay cambios, creo que también hay que dar la oportunidad de mostrar lo que se requiere, justamente, para esa mejora de gestión –de la parte administrativa y de la parte de gestión– de la entidad. De nuestro lado, garantizamos la independencia y la libertad de expresión, por supuesto que sí, y seguimos trabajando para brindar estos mejores servicios cada día.
–Pero, ¿usted es consciente de la diferencia que hay entre el perfil de un funcionario que presta servicios para beneficiar la imagen de una institución pública y el perfil de un periodista independiente, con una línea que no es la de preservar la imagen de una entidad?
Pero esa es una evaluación que corresponde, directamente, a la gestión de los órganos adscritos. Los ministros –o la ministra, en este caso– no entran en esa decisión o en esa parte administrativa.
–¿Qué persona o personas recomendó directamente su despacho para ser designadas como miembros del Consejo Directivo del IRTP? Tengo entendido que, del ministerio de Cultura, solo se sugirió la designación de la arqueóloga Denise Pozzi-Escot, que actualmente integra el Consejo.
Fue una propuesta. Las propuestas vienen desde la presidencia ejecutiva y se canalizan a través del Ministerio de Cultura y la Presidencia de la República. [La designación de Pozzi-Escot] fue una sugerencia que también se hace en el sector para poder evaluar y, digamos que no se acota solo a la profesión, sino también el perfil.
–De la gestión anterior, hubo un consejero que no renunció, que fue Jaime Herrera [periodista en Cajamarca, que es corresponsal de la cadena Telesur]. Él sostiene que su retiro del Consejo Directivo fue ilegal porque el cargo de consejero dura dos años, no es de libre remoción, y su nombramiento vencía recién en noviembre de este año.
No he visto ninguna denuncia al respecto. Sin embargo, el expediente [de designaciones y remociones] tiene informes técnicos, informes legales, y se han hecho las evaluaciones de acuerdo al reglamento del Consejo y del IRTP. Está, igual, dentro del marco legal. Tengo informes o tenemos informes dentro del expediente que, justamente, están sustentando las designaciones y la remoción, en todo caso.
–¿Usted ha discutido o solicitado a Ninoska Chandia que le dé a conocer el fondo de las decisiones de despidos o no renovación de contratos de periodistas del IRTP? ¿No fue llamativo para usted que el área periodística sea descabezada de manera tan obvia y tan masiva?
En primer lugar, creo que no hay que poner las palabras fuera de contexto. “Descabezar” no es, creo, la mejor opción. Los gerentes, como bien has indicado, son personas de confianza; son personas que están a disposición de una gestión. Cuando cambian las gestiones, lo más recomendable, digamos, es que las personas trabajen con personas de su confianza. En algunos casos de los gerentes, sé que se ha recibido renuncias. Sí, he solicitado la información. Y, en algunos otros casos, que se les ha solicitado también la renuncia porque entendemos que es una nueva gestión. Ha pasado un poquito más de un mes. Y en los casos en los que se les ha desvinculado de la entidad es porque las órdenes de servicio han culminado. Y, por ello, también lo he dicho en anteriores entrevistas, es que todas las entidades –en mi caso, voy a hablar del sector Cultura– estamos revisando la parte administrativa y los presupuestos. Incluso aquí, en el ministerio de Cultura, también se hacen este tipo de recortes. Creo que no hay que descontextualizar. “Descabezar” no significa que dejemos de dar el servicio. El servicio se garantiza, es público, es objetivo, es plural y es veraz.
–¿Durante la gestión del presidente ejecutivo anterior hubo personas que, desde Palacio de Gobierno, transmitían mensajes de incomodidad sobre lo emitido en TVPerú? Así lo han narrado varios periodistas y extrabajadores del canal del Estado.
No. Desconozco. Y creo que, en todo caso, las personas que han sido aludidas tendrán que aclararlo. Yo no he tenido ningún tipo de injerencia. Incluso, si me permites, en alguna red social, un periodista había dicho que, porque me había hecho una entrevista a mí, se había decidido no renovarle el contrato. En este caso específico, fue Jorge Ballón. Y, por el contrario, creo que sí es bueno aclarar que, de ninguna manera. Yo he tenido la suerte de ser entrevistada por él; es más, a mí me gusta mucho el estilo de entrevistador [de Jorge], y me he sentido muy cómoda en la entrevista. Yo, seguramente, fui [al canal] para hablar de algún tema sectorial y hablamos muchísimo más. Entonces, no tengo ninguna relación en esos temas de injerencia o de comentarios
–Lo que señalan estas personas es que recibían quejas constantes de ministerios o del ministerio de Cultura o de Palacio de Gobierno, y venían de funcionarios de prensa o de personas allegadas al Gabinete Técnico o a la Secretaría General. Incluso a usted la aluden como transmisora de quejas o comentarios sobre lo que emitía o cubría TV Perú.
Pues, no. Desconozco. En todo caso, tendrían ellos que probarlo.
–¿Usted conoce al señor Morgan Quero, que es el jefe del Gabinete Técnico de la Presidencia de la República?
Sí, claro, sí lo conozco.
–Le hago esta consulta porque fuentes de este Diario han coincidido en señalar a Morgan Quero como una persona que transmite estos mensajes de incomodidad desde Palacio y que, incluso, hace requerimientos. Me comentaron sobre pedidos que hacía Quero para que se politice el contenido de TV Perú y que usted conocía de este requerimiento y del rol que juega o jugaba el señor Quero sobre el IRTP.
No, desconozco. Yo solo sé que el señor es jefe del Gabinete Técnico de Presidencia.
–¿No tiene o ha tenido ninguna comunicación con él? ¿Nunca trataron temas del IRTP?
No, no, no.
–¿Cuál era el problema con el ingreso de periodistas del IRTP a las actividades de Palacio de Gobierno? En algún momento, a usted se le consultó y se cuestionó que tuviera una respuesta tan escueta y evasiva. ¿Cuál fue el trasfondo de esta medida?
En Palacio de Gobierno hay un equipo que es constante, que es permanente, que está a disposición, justamente, de transmitir las actividades oficiales. Creo que cuando me hicieron la pregunta, la verdad, no escuché… Había tantos periodistas… Pero no ha habido ninguna disposición –ni ha habido antes ni habrá– respecto a que no entren los periodistas o el equipo de comunicación de TV Perú. Siguen totalmente instalados dentro de Palacio.
–¿No existe en el gobierno, entonces, un afán por evadir preguntas o impedir que periodistas hagan consultas que cuestionen la gestión?
De ninguna manera. No. Al contrario, creo que es para nosotros muy importante seguir transmitiendo de manera pública, como te digo, de manera objetiva, veraz, desde la libertad de expresión y desde la libertad de todos los periodistas que requieran hacer las preguntas que consideren. Nunca, desde el ministerio de Cultura, se ha impuesto alguna actitud o algún comportamiento sobre los periodistas o se ha solicitado algún cambio. Todo es totalmente transparente. Estamos dentro del marco legal, repito. Los cambios en los líderes responsables de las gerencias son cambios que obedecen a la confianza. En los otros casos, tiene también que haber un tema administrativo y de presupuesto. Hay que revisar ahí los contratos que tendrá que ver la administración, ya sea por parte de la presidencia o del Consejo Directivo.
–¿Usted podría asegurar que no hubo quejas [del Ejecutivo] sobre las preguntas de las reporteras Ximena Carrasco o Cynthia Malpartida con respecto a las muertes en las protestas contra el gobierno?
Yo hablo por mí. Yo comento por mí. No tengo ninguna injerencia. He visto, como todos los ciudadanos y ciudadanas, que han hecho preguntas las periodistas y, simplemente, ha pasado. Es parte del periodismo hacer las preguntas que se consideren.
–Entiendo que la ministra de Cultura interactúa directamente con la presidencia ejecutiva del IRTP. ¿Hubo alguna vez en que usted le comunicó al presidente ejecutivo de entonces las preocupaciones de Palacio sobre la cobertura periodística del canal? ¿Le comunicó en algún momento si es que se pedía o se preveía su salida del IRTP?
No. No, no, no. Yo he tenido reuniones con los adscritos –con el Archivo General de la Nación, con la Biblioteca Nacional y también con el IRTP– para ver los temas de gestión y también para que se conozcan porque, a veces, en el mal entendido de que el IRTP es autónomo, no había interacción entre los adscritos. Siempre ha existido una relación bastante estrecha, desde mi gestión, con los tres órganos adscritos. Seguramente hemos tenido alguna conversación ya de carácter, digamos, técnico. Pero, cuando llegué, por supuesto que pedí los cargos a disposición.
–¿Cuando llegó en qué momento? Porque usted ya tiene cierto tiempo en el ministerio de Cultura.
Sí, cuando llegué, evalué, pasaron unos meses y solicité, como normalmente se solicitan, los cargos a disposición. Se toman las decisiones.
–¿Y por qué solicitó los cargos a disposición?
Es normal. Se hacen las evaluaciones de la gestión y por eso justamente se deciden los cambios, si es que corresponde.
–¿Usted ya pensaba que el IRTP necesitaba un nuevo presidente ejecutivo?
No, no, no. Yo evalúo, reviso, considero, y si es que hay que mejorar, se hacen los cambios.
–¿La presidenta de la República, la señora Boluarte, tiene o ha tenido conversaciones con usted con respecto al IRTP y las autoridades que ahora están o que estaban anteriormente?
No. No, no. La presidenta no revisa esos temas. Como te digo, reitero, el IRTP es un órgano más, es un órgano adscrito al ministerio de Cultura, y todo lo que corresponde a su gestión es de carácter administrativo a través de la presidencia y de su Consejo.
–¿Le parece adecuado que los puestos altos en el IRTP –en este caso, el puesto de la presidencia ejecutiva y del Consejo Directivo– sean siempre de confianza? ¿No sería importante que haya un cambio para que se tomen perfiles más comprometidos con la carrera periodística y no los perfiles de personas que tienen un rol de confianza frente al gobierno o al poder político?
Pues, mira, eso también podría ser parte de un diálogo, de una conversación, de un proyecto de ley, de un proyecto normativo. Pero no solamente para el IRTP. También tendríamos que ver desde el sector público porque hay muchísimos cargos que son de confianza y que van cambiando a medida que va cambiando la gestión. Se trata también de poder llegar a los objetivos institucionales, administrativos y de la propia gestión de la institución que tiene el líder de esa institución.
–En los últimos 23 años ha habido igual número de gestiones de presidentes ejecutivos. Hubo, al menos, cinco personas con el puesto encargado y casi la mitad de los presidentes ejecutivos no duraron ni un año. Esta alta rotación, y usted lo conocerá muy bien como funcionaria pública, perjudica la continuidad del trabajo y de los objetivos que se trazan. ¿No habría mejoras si es que se establece un cambio para asegurar estabilidad en ese puesto?
Posiblemente, sea una medida. Pero creo que también hay que trabajar en una política pública de las telecomunicaciones del Perú. Ese es un pedido o una sugerencia que sí se les ha hecho a todos los adscritos porque los cambios, dentro del marco legal que tenemos, podrían darse en cualquier momento. Como te digo, siempre podemos seguir trabajando, seguir dialogando para poder mejorar. Para algunos, pues, se dará a través de un proyecto; para otros, en el caso [que discutimos], creo que vale también la pena trabajar en una política de lineamientos de largo aliento, de qué es lo que queremos del canal del Estado los peruanos. Estamos hablando de un canal cultural y no solo informativo, y es el único canal, creo, cuya señal llega a más espacios del territorio peruano, pero también llevando cultura, interculturalidad y diversidad cultural. Tenemos programas en quechua, en asháninka, lo que otros medios de comunicación no hacen. Entonces, también tenemos que realizar esos lineamientos de políticas que podrían plasmarse en un plan de largo aliento, más allá de los cambios.