Dentro del Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP), la alta rotación de presidentes ejecutivos se ha acentuado en los últimos años. El conglomerado de medios de comunicación del Estado ha tenido seis titulares desde el 2021; es decir, en menos de tres años. La última designación en ese cargo es la de Ninoska Chandia, funcionaria que genera cuestionamientos debido a su cercanía a la mandataria Dina Boluarte.
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El antecesor de Chandia, Jesús Solari, había cumplido apenas cinco meses de gestión cuando fue removido con las firmas de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, y de la presidenta Boluarte. Previamente, el puesto lo ocuparon Fernando Aliaga por poco más de un mes, Joseph Dager por menos de un año, y Rosa García More por casi tres meses como encargada. Antes, estuvo Eduardo Guzmán, quien renunció al IRTP al iniciar la administración del ahora ex jefe de Estado Pedro Castillo.
Desde diciembre del 2000 hasta la fecha, en la institución hubo 18 gestiones de presidentes ejecutivos designados y cinco de encargados. De las primeras, solo ocho superaron el año. Así lo identificó ECData tras revisar los nombramientos y remociones de las últimas dos décadas.
“Las consecuencias [por el frecuente cambio de presidentes ejecutivos en el IRTP] son terribles. Ninguna institución, ningún grupo humano con ese alto índice de volatilidad puede planificar no solo a largo plazo, sino que tampoco a corto plazo. Eso afecta la institucionalidad y el desarrollo de una televisión pública como quisieran los peruanos”, sostuvo Hugo Coya, quien fue titular del instituto en dos ocasiones.
Según el reglamento del IRTP, la presidencia ejecutiva de la organización tiene como funciones principales la aprobación de la política institucional y del presupuesto de apertura, los estados financieros, el reglamento interno de trabajo y la suscripción de contratos y convenios con instituciones públicas o privadas.
En la práctica, la persona nombrada en la presidencia ejecutiva también supervisa y tiene poder de decisión sobre la política editorial de los contenidos y la parrilla de programación. Asimismo, es parte del consejo directivo de la entidad, el cual está compuesto por otros cuatro miembros, y lidera las sesiones del directorio, que suelen darse una o más veces al mes. Cabe recordar que el IRTP agrupa a los canales TV Perú, TV Perú Noticias, TV Perú Internacional, Canal Ipe y los medios radiales Radio Nacional y Radio La Crónica. Esto lo convierte en el organismo de medios con mayor cobertura en el territorio nacional.
Polémicas
Tras oficializarse la designación de Ninoska Chandia en el IRTP el pasado 31 de mayo, organizaciones como el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) han alertado sobre una posible afectación a la independencia editorial de los medios del Estado que maneja la institución. Esto, debido a que Chandia venía cumpliendo labores en Palacio de Gobierno como directora de comunicación e imagen de la presidenta de la República. Además, fue jefa de comunicación en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, cuando Boluarte era titular del sector.
Iris Jave, experta en comunicación política y exmiembro del consejo directivo del IRTP, dijo a El Comercio que la decisión del gobierno de colocar a Chandia Roque tiene un objetivo claro de control, direccionamiento y censura sobre los contenidos de la televisión y la radio públicas.
“Lo que nos está diciendo el gobierno es que está eliminando la autonomía del IRTP y está colocando una línea que va directamente con este régimen. Yo ya no hablaría de un riesgo inminente [sobre la independencia de los medios del Estado], sino de una intromisión consumada del poder político dentro del IRTP. Esto finalmente hace daño a la ciudadanía, que espera información libre de esas injerencias”, expresó Jave.
A lo largo de la historia del Instituto de Radio y Televisión, actores de los regímenes presidenciales de turno han empujado –bajo intereses políticos– la salida de periodistas y presidentes ejecutivos. En el 2019, Hugo Coya fue destituido por el entonces ministro de Cultura, Francisco Petrozzi. Coya revelaría que se debió al interés de Petrozzi en interferir sobre la cobertura de noticias relacionadas al partido Fuerza Popular. En el 2021, con la llegada del gobierno de Pedro Castillo, Eduardo Guzmán dejó la presidencia ejecutiva por desacuerdos con el discurso antidemocrático y contrario a la prensa libre del entonces mandatario.
En noviembre del 2020, Renzo Mazzei, entonces gerente de prensa, dejó el cargo tras denunciar que el régimen de Manuel Merino intentaba censurar contenidos sobre las manifestaciones ciudadanas. Además, a inicios del 2023, el periodista Carlos Cornejo fue retirado de TV Perú tras sentar una posición crítica sobre la muerte de un ciudadano en las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte. Según el IRTP, entonces presidido por Jesús Solari, el contrato de Cornejo vencía el 30 de enero y ya no se le requería por renovación de programas en el canal.
Pese a algunos incidentes con el poder político, Hugo Coya estima que el IRTP venía consiguiendo y sentando posición sobre su propia autonomía. Sin embargo, con la designación de Chandia, considera que se ha retrocedido y lamenta las consecuencias que esto tendrá en la libertad de prensa y de información en el país.
“En las últimas dos décadas, el IRTP, principalmente TV Perú, había venido conquistando cierto grado de independencia de los lineamientos de los gobiernos de turno. Los periodistas del canal hacían las preguntas que tenían que hacerse, entrevistaban a voces que pudieran resultar incómodas al gobierno, por ejemplo. Lamentablemente, con el nombramiento de una persona tan cercana a la presidencia de la República, todo el avance se convierte en retroceso”, dijo Coya a este Diario.
Dilemas sobre la norma
El IRTP fue creado en julio de 1996, con el Decreto Legislativo Nº 829, e inicialmente estuvo adscrito al Ministerio de Educación. Para el 2016 y bajo decreto supremo, el Poder Ejecutivo dispuso que pase al Ministerio de Cultura. Aunque la normativa establece que el instituto “goza de autonomía administrativa, económica y financiera” y sugiere que su única orientación sea la pluralidad con programas educativos, informativos y de entretenimiento, en varias ocasiones se han percibido intentos de intromisión política en la cobertura periodística.
Para Hugo Coya, uno de los problemas es que la elección del presidente ejecutivo y del directorio dependa del poder de turno. “La norma vigente es relativamente gaseosa: reconoce la autonomía, pero por otro lado permite el nombramiento y la remoción a voluntad presidencial”, cuestionó.
Los intentos para garantizar la autonomía absoluta del IRTP han sido varios. Las gestiones de Hugo Coya y Eduardo Guzmán, por ejemplo, dejaron elaborados y presentados anteproyectos de ley que proponían que los presidentes ejecutivos y los principales puestos sean nombrados por concurso público. No obstante, las iniciativas no han logrado mayor eco en el Congreso de la República, donde deben ser revisadas.
En el Parlamento actual, existen por lo menos tres iniciativas legislativas –una de la Defensoría del Pueblo– para que se reformulen los mecanismos de constitución del directorio del IRTP, pero todas continúan pendientes de deliberación en comisiones.