En el Perú, ocho de cada diez mujeres que tienen hijos es soltera. Figurar de esta manera no necesariamente significa que no tengan pareja, pero sí que no conviven ni están casadas. Según datos del Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis), solo un 9% está casada, mientras que un 2% convive.
Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) del 2023, el ingreso promedio de las madres solteras es alrededor de 30% menor que el de los hogares conformados por padre y madre. Se estima que aproximadamente el 45% de las madres solteras tienen problemas para hacerse cargo de la educación de sus hijos.
“En un contexto donde las cifras revelan altas tasas de pobreza y de vulnerabilidad, las mujeres, quienes además asumen una mayor carga de cuidados, se ven obligadas a buscar formas de trabajo por fuera de casa mucho más flexibles y más asociadas a puestos laborales informales”, explica Catherine Eyzaguirre, economista y docente de la facultad de Ingeniería Económica de la UNI.
La experta considera que se requiere de políticas sociales que promuevan la inclusión económica y productiva de estas mujeres, como el acceso a financiamiento o los incentivos para la creación de negocios. “Tenemos que considerar que, finalmente, son quienes están criando a los futuros ciudadanos peruanos. Necesitamos políticas que se ajusten a su realidad específica”, enfatiza Eyzaguirre.
Las cifras muestran que siete de cada diez mujeres que son madres no cuentan con estudios superiores completos, “esto también influye en los puestos laborales a los que tienen acceso”, precisa Eyzaguirre.
Menos nacimientos
El número de mujeres que tienen hijos también se redujo. Hasta el 2018, la curva de nacimientos iba en aumento. Luego de alcanzar un pico de más de 494 mil recién nacidos, la cifra ha ido disminuyendo. En los últimos cinco años, el número de mujeres que tuvo un hijo disminuyó en 17%.
“El periodo en el cual empieza a disminuir la cantidad de mujeres que son madres coincide también con el periodo en el cual se inicia un contexto de desaceleramiento de la economía. A ello se suma el golpe más fuerte, en el año 2020, asociado a la pandemia”, señala Eyzaguirre, quien recuerda que durante estos años aumentó el número de denuncias por violencia dentro de los hogares y de pérdidas de empleo, así como el aumento de horas de cuidado.
“En el periodo prepandemia, las mujeres hacían cerca de 50 horas a la semana de jornada de cuidado y trabajo doméstico no remunerado. A ello se suman casi cinco horas diarias de trabajo regular. Es decir, ya vivían una doble jornada laboral. Durante la pandemia, hablábamos de una triple carga laboral”, sostiene.
Este año, un estudio del Instituto Peruana de Economía (IPE), reveló que más del 40% de mujeres en el Perú no retornan a sus empleo luego de ser madres y tardan más de diez años en volver a trabajar.
Según la experta, para las mujeres más jóvenes esto ha sido un desincentivo para la maternidad. “La decisión de postergar la maternidad o descartarla también está relacionada a un encarecimiento en el costo de vida, que no ha logrado revertirse”, finaliza.