El monto destinado a combatirla este año tendrá poca relevancia dentro del presupuesto nacional. En el 2023, el gasto previsto para la función de “orden público y seguridad” en los tres niveles de gobierno alcanzará los S/13.636 millones, cifra que representa solo el 6,1% del presupuesto de los recursos totales a gastar en el año (S/223.440 millones). Ello pese a que, según una encuesta de Ipsos Perú publicada en febrero, la inseguridad ciudadana es el problema que debería tener la primera prioridad este año.
El 84% de del presupuesto total para seguridad (S/11.433 millones) estará a cargo del Gobierno Central (a través del Ministerio del Interior), mientras que el 16% restante (S/2.202 millones) se distribuirá a las regiones y municipios del país.
En Lima Metropolitana, los 43 distritos invertirán conjuntamente S/616,8 millones para garantizar la seguridad en la ciudad, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Si bien esta cifra es superior en 5,9% a la registrada en febrero del 2022 (S/582 millones), aún representa el 11,8% del presupuesto total de las comunas capitalinas (S/5.208,4 millones). Con esta cifra, y tomando en cuenta una población que excede los 10 millones de habitantes, se estima una inversión municipal en seguridad ciudadana de casi S/60 por persona.
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Diferencias por zonas
La inversión promedio para seguridad en la capital esconde las marcadas diferencias entre distritos. Los 10 distritos con montos más altos superan los S/150 por habitante. Los distritos de San Isidro y Santa María del Mar invertirán más de S/1.000 por persona, las cifras más altas a nivel de Lima Metropolitana.
En contraste, los distritos de la periferia o polos comerciales reportan los menores niveles de gasto en seguridad. A la fecha, 10 distritos invertirán menos de S/20 por persona. Entre estos destacan Los Olivos, San Martín de Porres y Villa María del Triunfo, que ostentas las cifras más bajas en la ciudad (menos de S/10).
Propuestas
¿Qué estrategias deben implementar el Estado y las autoridades para optimizar los escasos fondos para seguridad? Para el exministro del interior Remigio Hernani, a nivel general la Policía debe retomar y repotenciar las unidades dedicadas a la investigación del delito.
“En el quehacer policial hay dos partes: la investigación y la prevención. La primera actúa cuando se produce el delito y la otra tiene que ver con dependencias policiales, comisarías, patrullaje ayudado por el serenazgo. La investigación criminal se está extinguiendo, porque esa potestad (que era de la PNP) se la dieron a la fiscalía y ésta soluciona poco. Debería regresar, pero para ello la Policía tiene que estar preparada con detectives de primer nivel”, explica.
Hernani agrega que en Lima se debe impulsar la creación de una escuela de serenazgo para estandarizar la formación de este personal.
“El sereno coadyuva en la labor preventiva. Debe haber una escuela donde se seleccione a los integrantes, que no tengan antecedentes penales, que se les enseñe los derechos fundamentales y a tratar al público, donde reciban un título técnico y puedan postular a cualquier distrito. No es una solución darles armas de fuego”, dice.
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César Ordóñez, director del departamento de Ingeniería económica y contabilidad corporativa de la Universidad Científica del Sur, coincide en que los principales esfuerzos e inversiones para combatir la delincuencia deben partir del gobierno central, especialmente en la mejora del equipamiento y el aumento de los efectivos.
“No creo quela gestión deba hacerse de manera por distrito, porque aquellos con más ingreso invertirán más presupuesto en seguridad. El Ministerio del Interior debe coordinar a nivel transversal, dando más importancia al nivel de delincuencia en cada distrito. Se debe hacer una reingeniería del gasto. Según la ONU, debe hacer un policía por cada 300 habitantes y acá tenemos uno por cada 700 habitantes”, explica.