El turismo fue uno de los sectores más afectados por el COVID–19, la pandemia que paralizó al mundo durante largos meses. Pero el Perú fue un caso especial: después de la crisis sanitaria, enfrentó un violento y caótico período de convulsión política y social.
Hay dos condiciones fundamentales para la recepción de turistas extranjeros: la seguridad y la estabilidad de un país. En la referida etapa, embajadas y agencias gubernamentales de distintas partes del mundo emitieron, en más de una ocasión, advertencias de viaje debido a la situación del Perú. Una de aquellas fue la Embajada de Estados Unidos.
EE.UU. es el segundo país del que arriban más visitantes foráneos al Perú, solo superado por Chile, territorio con el que nuestro país tiene una frontera. En el 2023, 490.332 turistas procedían del gigante norteamericano, 166.659 ciudadanos menos que en el 2019, el año previo a la pandemia.
En el caso de Chile, la brecha fue aún mayor: el año pasado, los visitantes de ese país fueron 593.773, apenas la mitad que los registrados en el 2019.
“La actividad económica del turismo fue la que más bajó como consecuencia de la pandemia y por los conflictos sociales a inicios del año pasado”, dijo a El Comercio la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Elizabeth Galdo.
Las cifras reflejan el duro golpe. En el 2023, el país recibió a 2′524.658 visitantes extranjeros, 1′847.129 menos –una cifra cercana a los dos millones– de los 4′371.787 que llegaron en el 2019.
En otros países de Sudamérica, en cambio, la recuperación avanzó a un ritmo más acelerado. Según ONU Turismo, Argentina (98,51%), Brasil (93,07%), Chile (82,57%) tienen los niveles de recuperación de turistas foráneos más auspiciosos respecto del 2019.
Además, Colombia fue la única nación de la región que superó los números prepandemia: el año pasado, recibió más visitantes foráneos que en el 2019.
“La tendencia mundial ha sido distinta a la peruana. En muchos lugares ya han regresado al 2019 y en otros se ha superado. Si todo sigue bien, el próximo año regresaríamos a esos números. Y en el 2026 recién podríamos comenzar a crecer respecto del 2019″, destaca Juan Stoessel, CEO de Casa Andina Hoteles.
¿Cuántos visitantes peruanos y extranjeros reciben cada año los principales destinos turísticos del Perú?
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Desafío y oportunidad
La nueva normalidad pos-COVID–19 también es una oportunidad para la expansión y fortalecimiento del turismo interno. El Comercio evaluó el número de ciudadanos nacionales y extranjeros que visitaron los 19 principales destinos turísticos del país antes y después de la emergencia sanitaria.
Antes de la pandemia había más turistas foráneos que locales, pero ahora sucede lo contrario.
En el caso del turismo interno, las cifras del año pasado están muy cerca de las conseguidas en el 2019: la recuperación alcanza el 93,32%; en cambio, las de visitantes foráneos llegan apenas el 50,49%.
En seis de los 10 destinos turísticos más importantes del país, hubo en el 2023 más visitantes peruanos que extranjeros. En todos ellos el número de turistas nacionales se incrementó después de la pandemia.
“El turismo doméstico es clave para desarrollar al turismo extranjero, porque es permanente. De ese modo, se crea más infraestructura, lo cual hace que el destino sea más atractivo para el turista extranjero. Eso es parte de un círculo virtuoso”, destaca Stoessel.
Al respecto, Inés Ruiz, decana de la Facultad de Administración Hotelera y Turismo de la Universidad Científica del Sur, apunta que después del COVID–19 “se ha despertado en el turista nacional mayor curiosidad por conocer otros territorios dentro de nuestro propio país”.
“La Amazonía es un caso interesante, porque se promueve un turismo sostenible: el ecoturismo. Antes estuvo enfocado en un público extranjero, pero con la pandemia se adaptó –con un reacomodo de las tarifas– para el turista local”, destaca.
La ministra Galdo explica que, además de seguridad y estabilidad, para un desarrollo sostenido del sector es clave un tercer pilar: la conectividad. La accesibilidad a un destino turístico es vital para su promoción.
En algunas regiones con un enorme potencial turístico, esa aún es una tarea pendiente.