Tras más de cinco años desde que comenzaron las obras, la ampliación del Jorge Chávez se acerca a ser una realidad. Y es que Juan José Salmón, CEO de Lima Airport Partners (LAP), confirmó a El Comercio que el nuevo terminal del aeropuerto, con capacidad para trasladar 30 millones de pasajeros al año, operará desde el próximo 18 de diciembre. El ejecutivo destacó que ya se viene practicando y planificando el proceso traslado. Asimismo, exhortó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a que confirme la fecha de construcción del puente Santa Rosa para poder planificar mejor los accesos al nuevo aeropuerto.
¿Cuál es el avance de las obras físicas del nuevo terminal?
El avance actual es de casi 80%. Ya están instaladas todas las escaleras mecánicas, los sistemas de recojo de equipaje están completamente instalados, estamos en el proceso de instalar las áreas de ‘check-in’. Estamos en la etapa final.
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¿Y cuándo comenzará la operación?
Ya tenemos una fecha definida para el nuevo terminal: el nuevo Jorge Chávez entrará en operación el 18 de diciembre. Se mencionó mucho el mes de diciembre, pero hace unos días definimos la fecha.
¿Qué significa que entra en operación? ¿El 100% de servicios estarán operando en esa fecha, incluyendo los puentes modulares que le darán acceso al terminal?
Significa que el terminal actual en una hora determinada del 17 de diciembre dejará de operar y que habrá un periodo de unas cuantas horas en el cual toda la operación se mudará al nuevo terminal. Eso significa que el 100% de operaciones, de servicios, de aerolíneas, de ‘retailers’ comenzarán a operar en el nuevo terminal entre las 6 y 7 de la mañana. Asimismo, el 100% de pasajeros tendrá que llegar a través de los puentes temporales que pondrá el Estado y que se entregarán, según nos han comentado, en octubre.
¿Cómo será el proceso de traslado?
Tenemos un equipo trabajando en diseñar cuál es el proceso de transición del primer terminal al segundo. En julio vamos a comenzar las pruebas con el involucramiento de ‘stakeholders’, aerolíneas, autoridades y nosotros. Es un proceso para asegurarnos que todo funciona. Lo que se va a dar del 17 al 18 es una mudanza previamente aprobada. A una hora determinada llegará el último vuelo al Jorge Chávez, si hay pasajeros que deben pasar al nuevo terminal los vamos a trasladar, haremos una campaña de comunicación muy fuerte para que los pasajeros sepan que sus vuelos arrancarán desde el nuevo terminal.
¿Entonces hoy ya no hay problemas a nuevos retrasos con la entrega de los puentes modulares? Por lo comentado, habrá dos meses de periodo de prueba.
Necesitamos una entidad del Estado que sea un articulador, especialmente en esta última etapa en la que nos encontramos. El Estado tiene que entrar en modo “inicio de operación”. Todos tenemos que estar enfocados en el inicio de operación el 18 de diciembre. LAP, Estado, ‘stakeholders’ y entidades del Estado que operan dentro del terminal. También está el reto del Estado para poder administrar de manera adecuada el tránsito, el tráfico y la seguridad de los pasajeros que van a usar los puentes temporales.
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¿Ya hay avances en los puentes?
El contratista estuvo la semana pasada en la avenida Morales Duárez [por donde estará el acceso al nuevo terminal] haciendo los estudios de suelo. Nos pidieron autorización para ingresar al terreno de la ampliación y les hemos dado los requisitos necesarios para que ingresen y también hagan los estudios necesarios en el suelo desde el lado de LAP.
No hay que olvidar que esta es una medida incompleta del Estado porque en su momento no resolvió la conexión que tendrá el puente modular con los viales que nosotros ya construimos [y que dan acceso al aeropuerto]. Eso lo tendremos que construir nosotros.
¿Cuánto tardará la construcción de ese camino desde los puentes modulares hasta el ingreso a la ciudad aeropuerto?
Son 900 metros aproximadamente. Hemos pedido cargarlo a contraretribución por parte del Estado, pero tenemos que hacerlo. Para determinar una fecha estamos esperando que el Estado nos pase el diseño final de los puentes temporales y es importante también conocer la fecha en que el puente definitivo [Santa Rosa] estará listo. De eso dependerá el tamaño de los viales que tenemos que construir. Es importante saber si va a tardar más o menos años la construcción para determinar la obra que tenemos que hacer.
¿Considera que el MTC no está a la misma velocidad que ustedes?
El Estado ha firmado el contrato de los puentes temporales y tenemos evidencia de que el contratista ya está trabajando. Lo que necesitamos es que nos pasen esta información técnica para dimensionar los viales internos.
También hay que entender que no solo son los puentes, sino las otras entidades del Estado. Migraciones, Aduanas, Indecopi, todos tienen que estar preparados. Hay una serie de cosas que tienen que hacerse.
Comenta de la necesidad de que los ‘stakeholders’ estén alineados. En la última semana cientos de vuelos se retrasaron por los problemas con la cantidad de horas que pueden trabajar los controladores aéreos. Corpac niega la responsabilidad. Ahora la entidad va a operar dos pistas de aterrizaje en simultáneo, ¿qué confianza puede haber en ese servicio si de un momento a otro se retrasan los vuelos por mala gestión?
Este es un reto para todos. Es un reto para LAP tener todo listo el 18 de diciembre. De la misma manera el MTC tiene que articular y resolver todos los retos que tiene por delante, también el tema de Corpac. El directorio de Corpac que renunció firmó un convenio de capacitación para que los controladores se vayan a España a capacitar en la operación con dos pistas. Espero ese acuerdo se haya mantenido. Hoy por hoy operamos 35 movimientos por hora. Con el tiempo podremos pasar a 70.
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¿Si hubieran mejores controladores cuántos vuelos se podrían hacer por hora?
Llegar a 70 va a ser un proceso gradual. El año pasado transitaron 21 millones de pasajeros aproximadamente, este año esperamos llegar a 23 millones, recuperando lo del 2019. En el 2025 esperamos estar aproximadamente en 25 millones de pasajeros. La infraestructura y la forma de operar el aeropuerto permitirá captar más vuelos.
¿Cómo LAP tienen alguna autocrítica con el retraso en los vuelos?
El tema del espacio aéreo le corresponde completamente a Corpac. Si tuviera alguna autocrítica te la diría, pero la manera sobre cómo administrar el espacio aéreo corresponde a ellos. Estamos abriendo una ciudad aeropuerto, lo que queremos es posicionarla como el hub de América Latina. Para lograrlo, el sistema tiene que crecer y ser mucho más eficiente.
¿Cuándo se tendrán las nuevas lunas para solucionar los reflejos de la segunda torre de control?
Hemos pedido las lunas y deben estar instaladas en julio de este año. Una primera luna de muestra estará llegando a mediados de marzo para poderla instalar y ver que cumpla todos los estándares. Para lograrlo se requiere de todos: nosotros, Corpac, etc. Pero van a estar en julio y no afectarán a la operatividad del nuevo terminal.
¿Qué nuevos servicios tendrá el terminal y la ciudad aeropuerto?
Tendrá una nueva área de carga, donde habrá almacenes autorizados de Aduana, la zona de operadores de rampla y se está viendo la posibilidad de contar con un edificio de oficinas. Para la inauguración se tendrá listo uno de los hoteles, a más tardar en enero. Serán dos hoteles, uno de tres estrellas y otro de cinco estrellas. La nueva playa de estacionamientos estará lista, el centro logístico en la cabecera norte que comenzará a operar en los próximos meses, la planta de combustible también. El ‘core’ estará en operación o próximo a entrar en operación.
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¿Cómo lograr ese nivel de servicio si todavía no se tienen puntos que ustedes piden, como una intervención más importante del Estado?
Eso se logra solamente si todos pensamos en modo operación. Hoy ya no es un proyecto que está en ejecución, que quizás esté listo, que quizás se demora. Tenemos una fecha clara y como LAP estamos trabajando fuerte para llegar con todos los sistemas listos. Es lo que queremos hacer.