La recaudación tributaria se incrementó 5,5% en febrero
La recaudación tributaria se incrementó 5,5% en febrero
María Rosa Villalobos

Formalizar para ampliar la base y aumentar la tributaria es una de las grandes promesas de la gestión de Pedro Pablo Kuczynski. Sin embargo, en el primer trimestre del año, la recaudación acumuló una caída de 8% y solo en marzo decreció 13,8%. 


Así, la previsión del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de que los ingresos tributarios se incrementarán este año según el Marco Macroeconómico Multianual revisado de agosto del 2016 sería optimista, advierte Luis Alberto Arias, ex jefe de la Sunat, quien asegura que este año la recaudación más bien cerrará a la baja. 

De hecho, la reducción de los ingresos tributarios, expresados como porcentaje del PBI, es una tendencia que se observa desde el 2012: la presión tributaria bajó de 17,3% del PBI en ese año a 14% el año pasado. 

Parte de la explicación se debe a la caída de la recaudación del sector minería e hidrocarburos, de 1,7% del PBI a 0,2% en el mismo lapso, por la debacle de los precios de los commodities iniciada en dicho año. Sin embargo, como anotó Macroconsult en su último reporte semanal, los ingresos tributarios del resto de la economía también se redujeron en 1,6 puntos porcentuales del PBI en el mismo período. 

LOS FACTORES DE LA CAÍDA
La reforma tributaria lanzada por el Gobierno no sería suficiente para compensar la tendencia a la baja de la recaudación. Según Macroconsult, aportaría este año 0,7 puntos del PBI a los ingresos tributarios, mientras que el BCR es más conservador en su pronóstico y espera un aporte de 0,3 puntos. 

Incluso, los primeros efectos de la reforma han perjudicado la recaudación, coinciden los ex jefes de la Sunat, Arias y Sandro Fuentes. Así, por ejemplo, la fuerte caída en la recaudación del Impuesto a la Renta (IR) de tercera categoría se vincula con la implementación del nuevo Régimen Mype Tributario (RMT). Este marco crea un IR progresivo de dos tramos para las micro y pequeñas empresas, con una tasa de 10% para las primeras 15 UIT de utilidad (S/60.750) y una tasa de 29,50% si se superan las 15 UIT. 

Para Arias, este impuesto progresivo generaría un “incentivo perverso”, dado que las empresas podrían limitar sus ventas o crear nuevas razones sociales para seguir estando sujetas a la primera tasa. Macroconsult observa un traslado “masivo” de empresas del régimen general al nuevo RMT.

Además, el IGV también registró una caída de 1,3%, por la débil demanda interna. El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y los impuestos a la importación y a otros ingresos también mostraron desempeños negativos. 

LAS PROPUESTAS
Una de las propuestas para impulsar la recaudación provino la semana pasada del Fondo Monetario Internacional (FMI), que sugirió en una reunión con el ministro de Economía, Alfredo Thorne, la reducción de las exoneraciones tributarias como vía para aumentar sustancialmente la recaudación. 

El potencial parece amplio: la Sunat calcula que los denominados gastos tributarios (que incluyen exoneraciones, inafectaciones y deducciones especiales) ascenderán este año a S/15.493 millones, lo que equivale a 2,24% del PBI. 

“El clientelismo electoral ha perforado el sistema tributario con exoneraciones que no cumplen ningún cometido real ni benefician al pueblo”, asegura Fuentes. Para el especialista, es necesaria una revisión profunda de la reforma tributaria, dado que la formalización de la economía es un trabajo de muy largo plazo. 

Para Arias, sería adecuado solo mantener las exoneraciones que benefician a los sectores de más bajos ingresos. “Obviamente a nadie le gusta eliminar exoneraciones tributarias, es políticamente poco viable”, explica. Arias propone que, en lugar de exonerar dichos conceptos, estos ingresos se dirijan directamente al gasto público en educación y salud. Además, en el caso de exoneraciones a zonas específicas, como la del IGV en la Amazonía, los ingresos obtenidos por su eliminación se destinen específicamente al gasto público en esa región. 

Sin embargo, para Carlos Casas, economista de la Universidad del Pacífico, esta medida no será trascendental. “La canasta agrícola no se pude tocar porque la inflación se dispararía y políticamente retirar la exoneración a la educación no es viable. De la lista de exoneraciones, solo podrán eliminarse algunas que finalmente no generarán muchos ingresos”, sostiene. 

Sería más provechoso, afirma Casas, que la Sunat haga cumplir la ley para detectar a los evasores, lo que no se contrapone a la idea de “Sunat amigable” que promueve el Ejecutivo. “No sería lo más popular, pero sí lo más efectivo”, sostiene. 

Casas añade que un cambio en las tasas de los principales impuestos, como el IGV o el Impuesto a la Renta, tampoco sería deseable. “Lo peor que le puedes hacer al sistema tributario es generar mucho movimiento. Eso afecta las expectativas”, señala. 

DATOS
El potencial de gastos tributarios, que incluyen exoneraciones, deducciones e inafectaciones diversas, subió de 2,13% del PBI en el 2016 a 2,24% este año, según el dictamen del presupuesto 2017. 

Para este año, según el presupuesto de la República, la exoneración del IGV a los productos agrícolas representaría S/3.005 millones, mientras que la de la Amazonía costaría S/2.002 millones.

La inafectación del Impuesto a la Renta de las CTS equivaldría a S/1.244 millones, y la del IGV a los servicios educativos privados, S/1.784 millones.


 

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