El posible retorno a clases presenciales anunciado por el Gobierno, tras dos años de clases remotas, ha generado expectativa por parte de los empresarios que empiezan a plantear sus estrategias para la campaña escolar aún con precaución. Sin embargo, esta aún se encuentra a la espera de una definición por parte de la PCM que podría llegar pronto.
En Santillana Perú, empresa que ofrece diversos materiales educativos, esperan reducir la brecha que se produjo en el 2020 y 2021 respecto a los niveles prepandemia, aunque la rentabilidad no podrá recuperarse al mismo ritmo debido a que los precios de los insumos como el papel, impresión y licencias de plataformas tecnológicas se han incrementado, señaló Fernando Esteves, director general de la compañía.
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Las ventas en el 2020 y 2021 llegaron al 60% y 40% respecto del 2019, por lo que proyectan que este año, con el retorno a la presencialidad, podrían estar alrededor del 80% de ese mismo año, señaló Esteves.
“El anuncio del Gobierno es demasiado reciente y persiste la incertidumbre y dificultades económicas con un agravante: la piratería y escasa valoración social de los contenidos y recursos educativos tanto en papel y sobre todo en digital. [Lo que pasa con] este último es que se presume que, por ser intangible, ha de ser gratuito”, acotó.
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Según Jorge Peschiera, presidente del Comité de Calzado de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), los empresarios esperan que este año las ventas se acerquen a los niveles del 2019, aunque no considera que puedan superarlos.
En el 2021 las ventas de prendas de vestir y calzado para la campaña escolar fue prácticamente nula, señala Peschiera, por lo que estima que este año podría haber un acercamiento a los niveles prepandemia. No obstante, resalta que aún existe inseguridad al respecto.
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Pedro Mont, director de Platanitos, manifestó que el año pasado la venta de artículos de oficina creció en 60% respecto del 2020; sin embargo, las mochilas, loncheras y menaje escolar Se mantuvo. Así, en esta campaña esperarían un crecimiento del 30% respecto del 2021.
Para Susana Saldaña, presidenta del Consejo Directivo de Gamarra, los empresarios del emporio comercial se encuentran aún a la expectativa y toman la campaña con bastante cuidado y precaución por los avances de los contagios del Covid-19 que pueda hacer que se retroceda en el retorno a las clases presenciales. Además, se encuentran atentos al porcentaje de alumnos que volverían a la presencialidad y si se determina la obligatoriedad del uso de uniformes.
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Sin embargo, anota que son dos los años en los que han perdido la campaña escolar, por lo que este mes es sumamente importante para analizar la situación y en febrero decidir si se realiza la inversión.
“La venta de uniformes ayudaría mucho a reactivar este sector. Todos los demás, en Gamarra, han ido iniciando sus actividades, pero este sector, que hace los uniformes todos los años y [que requiere de] mano de obra calificada por la maquinaria que se usa y el conocimiento, se ha detenido por dos años”.
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Incremento en los costos
Peschiera estima que habría un incremento en los precios de producción de los productos debido al alza en las materias primas para fabricarlos, pero aún evalúan si estos precios pudiesen trasladarse al consumidor final ya que aún les preocupa la capacidad de compra de las personas.
Otro problema que enfrentan es la falta de liquidez de muchos comerciantes que perdieron su capital de trabajo. El empresario afirma que las instituciones financieras están preocupadas por la salud financiera de algunos sectores, incluyendo el del calzado, lo que podría traer consigo que no todos puedan prepararse para la campaña y tener disponibilidad de productos.
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Esteves considera que ciertos productos y servicios tendrán un ligero incremento de precio. Esto, debido al alza de los insumos, la crisis e incremento de los costos logísticos a nivel mundial, la devaluación del sol y razones fiscales porque, a pesar de estar exentos del pago de IGV, buena parte de las editoriales no pueden deducir este impuesto de sus compras.
Platanitos comercializa categorías de útiles de oficina y escolares, calzado escolar y, recientemente, libros y tecnología, juguetes didácticos y menaje de licencias para niños (artículos que van dentro de la lonchera o mochila como cubiertos o termos con personajes). Según Mont, dada la coyuntura, es probable que se registre una ligera alza en los precios de los productos, pero buscarán mantenerlos en lo posible.
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Oportunidad
Saldaña recuerda que cuando en el 2020 el Gobierno decretó la cuarentena, los empresarios perdieron la inversión y producción que estaban realizando. Por lo que esperan cautelosos, pero a la expectativa.
“Encontramos muchos factores positivos en el sector de reiniciarse la campaña. No tendríamos problemas de stock porque las telas son nacionales y ahora los uniformes saldrían fabricados con protecciones adicionales antifluido. Antes ya se tenía esta singularidad, pero ahora eso se hace mucho más importante”.
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Además, se implementaría la fabricación de mascarillas, cumpliendo con los requisitos y sobretodos, que permitan a los escolares una protección óptima, utilizando la tecnología de las diversas telas para la fabricación, aseguró.
“Posiblemente haya mayor demanda. Recordemos que hace dos años los niños no usan uniforme y ya no les queda y también hay pequeños que recién irán al colegio”.
Esteves resalta la conciencia, cada vez más generalizada, de que la educación requiere la vuelta a la presencialidad, lo que supone un reto y oportunidad importante para la introducción de nuevas competencias disciplinarias como la robótica, programación, educación socioemocional, entre otras.