Las medidas sanitarias dispuestas por el Ejecutivo para enfrentar la segunda ola de la pandemia, en el balance, habrían tenido un impacto moderado sobre la economía, según el Banco Central de Reserva.
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Las medidas sanitarias dispuestas por el Ejecutivo para enfrentar la segunda ola de la pandemia, en el balance, habrían tenido un impacto moderado sobre la economía, según el Banco Central de Reserva.
Adrián Armas, gerente central de Estudios Económicos de la autoridad monetaria, sostuvo que los indicadores adelantados de la actividad económica para el primer trimestre del año muestran que la producción nacional está “afrontando bien” el impacto de la segunda ola del COVID-19.
Armas mencionó que, en enero, la economía peruana exhibió un menor nivel de contracción (-0,1%) frente a Chile, Colombia, Argentina y México. Más aún, aseguró que en febrero y marzo los indicadores adelantados registran crecimientos frente a similares meses del año pasado, así como frente a similares períodos del 2019, cuando todavía no había arribado la pandemia.
“La economía peruana estaría absorbiendo bien esta situación difícil de la segunda ola. También, las empresas han aprendido a adaptarse a este nuevo entorno”, dijo.
Para los economistas, la “foto” de la economía peruana es buena, incluso si se le compara con el álbum del 2019. No obstante, la recuperación es desigual.
“Algunos sectores están creciendo más que antes del COVID-19 y otros siguen mal”, precisó Guillermo Arbe, gerente de Estudios Económicos de Scotiabank.
Dos indicadores que miden la evolución de la inversión tanto pública como privada son el consumo local de cemento y la importación de bienes de capital.
En marzo, la importación de bienes de capital sin materiales de construcción ni celulares creció en 52,4% frente a similar período del 2020 y en 23,2% respecto al 2019. El consumo de cemento aumentó en 137,5% frente al 2020 y 16,6% contra el 2019. Según Arbe, este crecimiento obedece, en parte, al dinamismo de la inversión pública.
Arbe agrega que el sector exportador ha sido clave para la recuperación. Esto debido a que están creciendo los envíos de productos tradicionales y los no tradicionales.
Justamente, el economista de Macroconsult Henry Bances precisó que “vientos externos” también están detrás de los resultados. La razón son los buenos precios del cobre (US$4,2 la libra).
Sin embargo, tanto Bances como Arbe señalaron que aún no se recupera el empleo, para lo cual, dijo Arbe, se requiere cambiar el chip.
Destacaron la oportunidad que hay para el desarrollo de proyectos mineros, cuyas decisiones de inversión dependen más del contexto internacional que el local.
“El empleo podría recuperarse hacia finales de año, pero los salarios seguirán precarios”, acotó Bances.
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