El ministro de Salud, Hernando Cevallos, anunció que el Perú ya se encuentra en la tercera ola del Covid-19, lo que está obligando a elevar a nivel de alerta sanitaria a varias provincias del país, entre ellas Lima y Callao. Ello significa cambios en las medidas restrictivas tanto en el horario de circulación como en la reducción de aforos.
Así, los centros comerciales, galerías comerciales, tiendas por departamento, tiendas en general y conglomerados bajarían su aforo de 60% a 40%. Por su lado, los supermercados, tiendas de abastecimiento de productos básicos, restaurantes y afines en zonas internas pasarían de 60% a 50% de su capacidad.
Además, la inmovilización obligatoria de lunes a domingo será de 11:00 p.m. hasta las 4:00 a.m.
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Blanca Chávez, presidenta de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora), señaló que, con el nuevo aforo, las ventas del sector de restaurantes, que llegaron a tener un 80% de aforo, bajarían un 20%. En los hoteles, las ventas bajarían entre 40% y 50%.
Chávez afirma que los establecimientos formales comerciales, gastronómicos y hoteles, ya están preparados hace dos años para cumplir con las medidas de bioseguridad, pero no para volver a la restricción de aforos.
“Si los aforos bajan mucho, los restaurantes seguirán cerrando y las reservas en los hoteles caerán. El mayor problema se centra en el sector informal donde no hay control ni fiscalización”, dijo.
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Para José Luis Silva Martinot, representante de la Unión de Gremios y Asociaciones de Restaurantes del Perú, lo único que lograron las medidas restrictivas fue que el Perú tenga los peores resultados económicos a nivel global.
Para el empresario, los restaurantes ya han hecho inversiones importantes para prevenir el contagio y después de dos años no ha habido un solo caso reportado que tuviera como origen la comida. Por ello, asegura, debería darse la libertad de los restaurantes funcionen cumpliendo con los protocolos.
“Las medidas restrictivas no tienen ninguna lógica cuando ves que los micros o el tren eléctrico siguen abarrotados. Medidas así afectarían a ese 20% formal que sustenta el 100% de los ingresos de nuestro país”, sentenció Silva.
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Aglomeraciones
Javier Bereche, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, asegura que las restricciones en aforo y horario han demostrado que solo causan aglomeraciones. Además, las mencionadas restricciones provocarían una caída de las ventas de los negocios que no son de primera necesidad como los relacionados a los sectores gastronomía, entretenimiento y servicios.
“De la cadena de suministros en los hoteles en Piura dependen 15.000 personas, pero a ello se le suman 9.000 más que se dedican a la artesanía, que son parte del turismo de playa y que también están aún en proceso de recuperación”, afirmó.
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En opinión de Raúl Gárate, jefe de Asuntos Corporativos de Mallplaza, la reducción de aforos implicaría que las personas sean más cuidadosas y piensen dos veces antes de acudir a un centro comercial. Sin embargo, afirmó que se encuentran preparados para dar continuidad operativa a los diversos negocios e industrias del mercado.
“Nos hemos preparado y para cada negocio se han implementado soluciones, pero hay sectores en los que podría implicar un mayor desafío como son los de esparcimiento, cine, gimnasios, cuya naturaleza es presencial”, añadió.
Dice Gárate que desde el 2020 se han mantenido en un proceso de recuperación paulatina con aforos y cuarentenas focalizadas y, aunque no considera que haya una reducción en las ventas, sí podría darse una recuperación más lenta.
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Alerta alta
El ministro de Salud anunció que el cambio de niveles afectaría a distintas provincias del país en función a la cantidad de contagios y aumento de casos.
“Estamos en permanente evaluación y daremos a conocer a la ciudadanía algunas medidas complementarias que se puedan determinar en los próximos días de acuerdo como marche el curso de la pandemia y número de casos”, señaló Cevallos.