Las protestas que vivió el país durante enero y la interrupción que ha tenido la recuperación de la actividad económica en febrero y marzo debido a las anomalías climáticas registradas en el norte del país, nos llevan a una estimación de crecimiento de alrededor de 0,5% para el primer trimestre del año, según el Instituto Peruano de Economía (IPE).
Teodoro Crisólogo, economista senior del IPE, agregó que hay una serie de sectores que se han visto perjudicados tanto por la alta conflictividad social como por el clima. Así, la minería tuvo en enero una caída de 3,6%, que pudo ser mayor de no haber estado en funcionamiento Quellaveco.
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Asimismo, explicó que en ese mes, el sector construcción tuvo una caída de doble dígito, lo que anticipa que la inversión privada tendrá un desempeño bastante bajo durante este primer trimestre. Y, las actividades turísticas, que venían manteniendo niveles de alto dinamismo al cierre del 2022, a inicios de año pasaron a terreno negativo. Los servicios de alojamiento, por ejemplo, cayeron alrededor de 4% en enero, y los servicios de transporte de pasajeros por carretera se desaceleraron durante el primer mes del año.
“En general, esos son los sectores más perjudicados por la coyuntura, pero también, a medida que se vayan disipando estas tensiones sociales y climatológicas, esto podría comenzar a revertirse en el segundo trimestre”, anotó.
En línea con los bajos resultados en lo que va del año, desde Macroconsult se proyecta que, en el mejor de los casos, podríamos tener un resultado de 0% en el primer trimestre, que tranquilamente podría convertirse en una caída de -1%.
Eduardo Jiménez, jefe del servicio de Información de la consultora, señaló que las cifras negativas no se ven desde el periodo de la pandemia en el cuarto trimestre del 2020 (-1,3%) y, antes de eso, desde el tercer trimestre del 2009 (-0,1%), en medio de la crisis financiera global.
Detalló además que el agro y el comercio se están viendo muy afectados por las lluvias en el norte del país. Así también sectores como pesca, servicios y transporte. Este último se ha visto especialmente golpeado por la conflictividad registrada en enero.
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A entender de Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, el primer mes del año fue negativo y, aunque aún no se conocen los datos, se sabe que hubo una recuperación en febrero pues el gobierno fue capaz de acelerar la inversión pública, lo que ayudó a compensar en parte las caídas.
"El Ministerio de Economía cree que podemos crecer a tasas aceleradas, pero esa perspectiva se ve interrumpida"
Por ello, es probable que haya habido una compensación en ese segundo mes del año y marzo estará sujeto a cómo evolucione el mes. “Se puede vislumbrar un crecimiento trimestral positivo, pero bastante bajo”, añadió.
“El Ministerio de Economía cree que podemos crecer a tasas aceleradas, pero esa perspectiva se ve interrumpida por haber tenido shoks de oferta, la severidad de El Niño Costero y porque la inflación se mantiene elevada, así como los costos de insumos y la depreciación del tipo de cambio que hemos visto. Esto último ha hecho que las importaciones se encarezcan”, dijo Castilla.
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El reporte semanal del Scotiabank anotó que la actividad económica habría registrado un estancamiento durante el primer trimestre del año. Como consecuencia de las protestas sociales en enero, el PBI inició este 2023 con una caída del 1,1%.
En línea con lo que comentó Castilla, estiman que en febrero el PBI haya mostrado una mejora relativa ubicándose entre -0,5% y 0%, por el declive de las protestas que se dio a mediados de ese mes.
Con estos antecedentes, el PBI podría cerrar el primer trimestre con un crecimiento de alrededor de 0%, respecto a igual periodo del 2022, por debajo de su estimado previo de 1%.
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Agroexportación
Sin duda, las intensas lluvias han afectado al sector agro y a las agroexportaciones que, si bien en enero crecieron 7,8% comparado con el mismo mes del 2022, Crisólogo consideró que el riesgo está en los envíos de las próximas campañas, cuyos resultados podrían comenzar a materializarse con más fuerza este mes o a partir del próximo trimestre.
“Creo que (los resultados de la presente campaña) van a ilustrar cuáles son los cultivos o productos que han sido más perjudicados por esta coyuntura este trimestre”, precisó.
Cabe recordar que, Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), señaló en una entrevista para El Comercio el viernes pasado, que las regiones costeras como Tumbes, Piura, La Libertad, Lambayeque, Chiclayo y el mismo norte de Lima representan una zona altamente productiva de productos agrarios.
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Así, entre los productos más afectados se encuentran la uva, la palta hass, y los cultivos de tallo corto como el arroz, la papa, la zanahoria, las legumbres y otros tubérculos.
El impacto no solo se da en la actual producción, sino también en la capacidad productiva de los agricultores, quienes tendrán que habilitar nuevamente el terreno para la siembra y pueden llegar a perder el trabajo de seis meses, rompiendo así el círculo económico.
Proyecciones para el segundo trimestre
Para el segundo trimestre, las proyecciones son un poco más positivas. El ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, adelantó el jueves que la economía podría crecer hasta 4% desde abril de este año en línea con la recuperación observada en las expectativas empresariales a 12 meses, que se encontraban en el plano pesimista y gracias a que se observó un mejor desempeño en indicadores importantes como la producción de electricidad (7%) y la ejecución de obras públicas que se desarrolla a una tasa de 40%, y la inversión pública, que crece a tasas cercanas al 30%.
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Desde el IPE tienen una lectura similar relacionada al rebote de la actividad primaria; sin embargo, parten de un escenario base conservador en el que estiman un crecimiento para el segundo trimestre de 2,2%, en la medida en que se puedan normalizar las operaciones que fueron afectadas por los bloqueos de carreteras en Antapaccay o la mina San Rafael, en Puno.
Sin embargo, Crisólogo señaló que el gasto privado, principalmente de consumo y de inversión del sector privado, todavía se mantendrá débil por un entorno de presiones inflacionarias relativamente altas, sobre todo en alimentos y combustibles por el desabastecimiento en algunas zonas del país.
Sobre el desempeño de la inversión pública, Crisólogo afirmó que, si bien este indicador se explica por el aporte que tiene la mayor ejecución del gobierno nacional, también se observa que la caída de la inversión de gobiernos subnacionales en lo que va del año ha sido de menos de la mitad de lo que se había registrado en el 2011, 2015 y 2019.
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“Ese factor se ha compartido mejor de lo que habíamos anticipado y podría sorprender positivamente durante el resto del año, y sobre el resultado anual que teníamos estimado”, observó.
Para Jiménez, Macroconsult se encuentra en línea con lo expresado por el ministro, pero no con ese grado de optimismo, debido al reciente anuncio sobre la posibilidad de tener Niño Costero débil y el riesgo de que la temperatura del agua siga subiendo como sucedió en el 2017.
“El tema climático está muy movido, se ve el calentamiento del mar y esto puede escalar rápidamente. Los riesgos están claros y hay que ver cuánto durará, pues si se prolonga el verano en abril, tendríamos que ver el daño en el norte del país y re-estimar. El escenario base es que esto debería acabar relativamente pronto y en abril, podríamos empezar a tener un crecimiento (en el segundo trimestre) no muy lejos del 2%”, dijo.
Ambos especialistas estimaron un crecimiento anual de 1,9% y, desde Macroconsult, señalaron que podría revisarse a la baja en 1,5% si se confirma un Niño Costero más fuerte. Mientras para Scotiabank, su proyección de 2,1% para el año tiene actualmente un sesgo a la baja.
"El tema climático está muy movido, se ve el calentamiento del mar y esto puede escalar rápidamente. Los riesgos están claros"
Por su parte, Castilla estimó un primer semestre de crecimiento relativamente bajo y sostuvo que si bien el programa Con Punche Perú del MEF ayuda a brindar una inyección de gasto corriente, en transferencias y subsidios, cuando se tiene un efecto climatológico tan complicado como el que estamos viviendo, es más difícil la ejecución de obras. Por ello, dice, el programa estatal tendrá un impacto limitado.