El Ministerio de Economía (MEF), en su último informe de actualización de proyecciones económicas, de abril de este año, se planteó, como senda del déficit, llevarlo al 1% del PBI al 2026 con un nivel de deuda pública de alrededor del 34% del producto, una proyección que el Consejo Fiscal calificó de optimista. (Ilustración: Giovanni Tazza)
El Ministerio de Economía (MEF), en su último informe de actualización de proyecciones económicas, de abril de este año, se planteó, como senda del déficit, llevarlo al 1% del PBI al 2026 con un nivel de deuda pública de alrededor del 34% del producto, una proyección que el Consejo Fiscal calificó de optimista. (Ilustración: Giovanni Tazza)

En los próximos días, la administración del presidente electo Pedro Castillo llevará el control de las cuentas fiscales. Aunque todavía persiste la crisis sanitaria, para los economistas, la situación de las finanzas públicas es bastante favorable en comparación con el resto de los países de la región.

Sin embargo, se requieren medidas que permitan estabilizar el indicador de deuda pública y reducir el déficit fiscal.

El Ministerio de Economía (MEF), en su último informe de actualización de proyecciones económicas, de abril de este año, se planteó, como senda del déficit, llevarlo al 1% del PBI al 2026 con un nivel de deuda pública de alrededor del 34% del producto, una proyección que el Consejo Fiscal calificó de optimista.

Justamente, uno de los factores de riesgo alertados por el Consejo Fiscal, en su momento, y que representa un reto para la nueva administración es la implementación de medidas tributarias tangibles que permitan aumentar los ingresos fiscales.

El economista Hugo Perea, jefe para el Perú del BBVA Research, sostuvo que se requieren medidas que permitan recaudar 0,3% del PBI, cada año, para estabilizar la deuda pública en alrededor del 40% del PBI, un nivel que considera manejable para el tamaño de nuestra economía.

“Si bien en el horizonte de previsión no estamos anticipando que suceda una complicación o un salto de la deuda de manera significativa, sí, el nuevo MEF debería estar pensando en estabilizar las finanzas públicas, en particular, en el ratio de la deuda”, señaló Perea.

De acuerdo con Perea, el BBVA Research hizo un ejercicio bajo los supuestos en que todavía no se fijaban medidas para aumentar los ingresos fiscales y que el PBI crecía 3%, en promedio, entre el 2023 y el 2026, y el resultado arrojó un nivel de deuda pública de alrededor del 43% del PBI hacia el 2026.

El especialista sostuvo que si bien dicha cifra, provista por el ejercicio, es manejable, exhibe una tendencia creciente en el período de análisis, que enciende las alarmas.

CONFISCATORIO

A la preocupación del Consejo Fiscal de que el MEF planee aumentar los ingresos mediante la reducción de la elusión y evasión tributaria sin medidas tangibles, se suma la preocupación de que el nuevo gobierno fije impuestos confiscatorios a la minería.

Recientemente, Luis Miguel Castilla, director de Videnza Consultores, señaló que, aunque Pedro Francke, quien se vocea como ministro de Economía, ha sostenido que no se expropiará ninguna empresa, de fijarse tasas de impuestos confiscatorios a la minería, en la práctica sería como una expropiación de estas compañías.

“Sobre el ámbito fiscal, se ha dicho que se va a financiar el gasto a través de los impuestos a la minería y a través de una lucha mayor de la evasión y la elusión. Estos últimos forman parte de una agenda que lleva años en el MEF. No es que puedas recaudar dos puntos del PBI a partir de estas, no es posible”, dijo Castilla.

RIESGO AL ALZA

Otra preocupación sobre las cuentas fiscales es la expansión del gasto.

A decir de Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, existe un mayor riesgo para el Perú de presentar un aumento tanto en el déficit fiscal como en la deuda pública, en los siguientes años, debido a que la nueva administración de Castillo ha prometido un mayor gasto social.

Para Velandia, la fragmentación del Congreso aumenta el riesgo de un mayor gasto. El especialista argumentó que todos los políticos van a estar de acuerdo en mantener cierto nivel de egresos dada la coyuntura sanitaria y de recuperación de la economía, pero no llegarían a un consenso en los impuestos que se deben aumentar.

“Una de las cosas que se mencionaron en la campaña, por parte de los candidatos, es el bajo endeudamiento que tiene el país, que es muy cierto. [...] Eso nos hace pensar que el presupuesto del 2022 no contemple una reducción del gasto. No es nuestro escenario base, pero es el principal riesgo”, dijo Velandia.

Por último, los entrevistados sostuvieron que otro aspecto más transversal por trabajar es la mejora de la gestión pública, que también permitirá reducir el déficit.

LÍMITES A LA INVERSIÓN PÚBLICA

Una de las políticas planteadas por el equipo económico de Perú Libre durante la campaña es aumentar la inversión, en parte, mediante la creación de empresas públicas.

Para el economista Luis Oganes, global head Emerging Markets Research del banco de inversión J.P. Morgan, en la economía peruana no existen los recursos como para que la inversión pública pueda superar a la privada, tal como sucede en Bolivia.

Para Oganes, llegar a esa situación el costo sería menor inversión privada y menor crecimiento.

“La clave para que el Perú crezca es promover la inversión privada. Hay que crecer la torta para redistribuir y no pretender redistribuir con la torta encogiéndose”, dijo durante su participación en el seminario “Perspectivas y escenarios económicos”, organizado por el Dorado Investment.

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