El proyecto PTAR Titicaca contribuirá a la reducción de enfermedades causadas por aguas residuales. (Foto: Andina)
El proyecto PTAR Titicaca contribuirá a la reducción de enfermedades causadas por aguas residuales. (Foto: Andina)
Juan  Saldarriaga

Se enciende la competencia por proyectos de tratamiento de aguas residuales (). El impulso estatal a su ejecución, vía Asociaciones Público Privadas (), ha despertado el interés de empresas globales especializadas, como Acciona Agua.

La española opera y mantiene tres plantas de saneamiento en Lima, la más importante de las cuales es La Chira (inaugurada en el 2016). Y ahora apuesta por el , proyecto de S/840 millones que disputan otros dos jugadores de peso: Veolia (Francia) y FCC Aqualia (Italia).

“PTAR Titicaca fue una iniciativa privada (IP) de Acciona, que se convirtió en concurso internacional cuando Veolia mostró interés”, apunta Ignacio López-Mier, director de desarrollo de negocios de la empresa española.

El concurso está abierto ahora para todas las empresas que quieran participar, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos técnicos y administrativos. 

López-Mier opina, sin embargo, que la buena pro se dirimirá entre menos de seis postores, pues “son pocas las empresas con la experiencia y credenciales” para presentar ofertas.

“Si ganamos la licitación, iremos por otro proyecto más, para concentrar nuestros esfuerzos. Pero, a priori, estamos interesados en todos los proyectos de agua y saneamiento”, refiere el ejecutivo.

Las otras iniciativas que Acciona mira con detenimiento son Obras de Cabecera (US$400 millones), donde es uno de los cuatro postores precalificados; el PTAR Huancayo, que sería convocada en el primer semestre del 2019; y el PTAR Puerto Maldonado (US$20 millones).

“Esos son los proyectos de APP que se encuentran más avanzados, señala López-Mier.

DESALINIZACIÓN

Pero Acciona no mira solo a los PTAR. Los proyectos de desalación constituyen su otro blanco de interés.

“La desalinización es uno de nuestros core-business globales. Por eso, seguiremos todos los proyectos”, anota López-Meir.

Su apuesta se orienta tanto a las IP estatales (para dotar de agua potable a la población), como a las iniciativas privadas, sobre todo, en minería. 

“Los proyectos mineros cercanos a la costa van a requerir agua desalada. Quellaveco, Zafranal y otras iniciativas, podrían necesitarlo, y trataremos de competir para ser adjudicatarios”, concluye el funcionario.

Contenido sugerido

Contenido GEC