Claudia Inga Martínez

El sabor del emprendimiento lo conoce muy bien la familia Mejía, natural de Quillabamba (Cusco), que en un inicio preparaba helados como postres en casa. Luego, vieron que este pequeño negocio podía convertirse en una buena oportunidad de generar ingresos adicionales. A punta de esfuerzo, los dueños de helados Artika empezaron a producir helados artesanales que vendían en cantidades pequeñas en las calles.

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