Hace casi 100 años, en 1925, un fuerte Fenómeno de El Niño destruyó la infraestructura productiva de la zona norte del Perú. Azúcar, petróleo y buena parte del algodón que se producía en el país se vio afectado a tal punto que, según registros de la época, las exportaciones se contrajeron un 25%. En ese contexto –y ante la necesidad de los productores por recuperarse– se vivió una expansión de la demanda de crédito.
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Desde dicho punto, el sistema financiero y el país ha enfrentado crisis de toda índole, tanto internas como externas. La Gran Depresión de 1929 con la caída de la Bolsa de Nueva York, la hiperinflación de la década del 80, la época del terrorismo en el Perú, la Crisis Financiera del 2008, por mencionar algunas. Más recientemente, la pandemia, impactos políticos, sociales y el menor crecimiento de la economía. Pese a todo ello, los indicadores avalan una trayectoria de crecimiento del sistema.
Según estudios del Banco Central de Reserva (BCR), los depósitos en empresas bancarias pasaron de representar un 6,2% del PBI entre 1925 y 1930 a 33,2% del PBI en la década del 2011-2021. Es decir, la cifra se quintuplicó. En tanto, las colocaciones entre el 2011 y el 2021, representaron el 35,1% del PBI cuando, en un inicio, eran del orden de 6,7% del PBI.
Es así como en 100 años, el sistema financiero peruano y las entidades que hoy lo integran han demostrado resiliencia, pero también la capacidad de innovar –pese a la adversidad– con productos y servicios que hasta hoy forman parte de la vida diaria de todos los peruanos.
El BCP, que inició sus operaciones en febrero de 1889, hoy tiene 135 años y en dicho periodo ha sido parte importante de tal transformación. Así lo recuerda Diego Cavero, gerente general del banco.
“Desde el desarrollo de las tarjetas de crédito y débito en su momento, el desarrollo del mercado Pyme y de hipotecas, pasando por la masificación de los ATM’s y los Agentes BCP, que nos permiten de la mano de nuestras agencias llegar a todos lados, como con nuestras plataformas digitales empresariales y personales. Yape es, sin duda, un ejemplo destacable de esta innovación con un impacto inmenso en la inclusión”
Diego Cavero, gerente general del BCP.
El banco hoy tiene una participación del orden del 30% y en el caso de Yape hoy supera los 14 millones de usuarios.
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Interbank también ha sido parte de la historia del sistema. Carlos Tori, gerente general, precisa algunos hitos en estos 127 años de vida del banco. “En 1996, convertimos las tradicionales agencias en Tiendas Financieras y también creamos los Money Markets, un formato de servicio en supermercados con horario extendido”, señala. Tori recuerda también que en el 2018 fueron los primeros en implementar la apertura de una cuenta 100% digital para la pyme.
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Interbank, junto con otras dos entidades bancarias, participan de Plin, la billetera digital que hoy conecta a más de 9 millones de usuarios. Cabe recordar que, tras el despliegue de las primeras etapas de la interoperabilidad, las transacciones entre las billeteras Yape y Plin presentaron un rápido crecimiento, llegando a alcanzar 2,8 millones de transacciones diarias en marzo de 2024.
“El Perú tiene retos y tareas pendientes que el sistema financiero está llamado a impulsar. Existe el desafío, por ejemplo, de reducir las brechas de inclusión financiera. Los medios de pago digitales son una herramienta para acelerarlo”
Carlos Tori, gerente general de Interbank.
Un reto con el que coincide Cavero. “Cuando vemos la penetración crediticia en Perú y la comparamos con Chile; por ejemplo, vemos que hay una oportunidad importante. Además, tenemos la oportunidad de tangibilizar nuestro propósito a través de un impacto positivo enorme en nuestra sociedad”, remarca.
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El ejecutivo destaca que, incluso en el escenario actual, las instituciones del sistema tienen la fortaleza para enfrentar el reto de la inclusión. La clave está en la solvencia. “Si bien hoy el sistema financiero enfrenta una menor rentabilidad producto del mayor costo de riesgo y el incremento de las tasas, la mayoría de los jugadores han podido absorber ese viento en contra gracias al nivel de solvencia y capital”, recalca Cavero. Según la SBS a enero de este año, la banca múltiple cuenta con casi S/36.000 millones de capital adicional para afrontar potenciales contingencias. La cifra ha ido en aumento.
Por su parte, Tori destaca que otro reto en el que la banca también puede generar un impacto positivo es el ambiental. “Consideramos que desde el lado de las empresas y los bancos podemos implementar acciones que generen impacto positivo. Por ello, otorgamos financiamientos verdes y sostenibles que generan el compromiso de todas las partes involucradas en generar impacto en el medio ambiente y en la sociedad bajo los estándares más exigentes del mercado”, explica.