(Arnulfo López-Quezada es gerente general de Total Perú)
Cada año se generan en todo el planeta entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de residuos. Según el Banco Mundial, esta cantidad continuará aumentando aproximadamente hasta el año 2070, momento en el cual se prevé una reducción progresiva. Frente a este panorama, se considera importante que las organizaciones incluyan una política de biodiversidad en el sistema de gestión ambiental, es decir, una estrategia corporativa que evalúe los diferentes recursos con los que trabaja y su impacto en la tierra.
Para las empresas, esta investigación será fructífera, ya que les permitirá seleccionar la medida acorde con el tipo de recursos que emplean para sus diferentes líneas de trabajo. Para ello, utilizarán indicadores de impacto directo e indirecto, por ejemplo, riesgos y progresos que se presenten. Asimismo, dentro de la institución, se valora la inclusión progresiva de la biodiversidad en las decisiones que se toman a lo largo de las cadenas de valor, desde la producción de materias primas, hasta el procesamiento de los residuos post-consumo.
Ante esto, diferentes sectores económicos han llevado adelante modelos fuera de lo convencional, convirtiendo los residuos en recursos, en busca de mejorar la huella ecológica. Hoy en día, el rubro de energía es uno de estos. En mi opinión, las empresas se deben centrar en soluciones apoyadas en la naturaleza y tomar en cuenta que se implementen a favor de los recursos de la empresa y en beneficio del medio ambiente.
En este sentido, la economía circular es una de las propuestas que apuesta por dejar atrás el esquema tradicional de la producción lineal (producir, utilizar, desechar) y concientizar sobre esta la fórmula de ‘desechar, reparar, reutilizar y reciclar’. Esto permitirá optimizar la creación de valor a lo largo del ciclo de vida de los productos, mediante un proceso que consiste en la utilización del material bruto, diseño, producción, distribución, reparación/ reutilización, recolección y reciclaje.
Sobre lo expuesto, es trascendental que las organizaciones programen capacitaciones que informen y eduquen a los colaboradores sobre la biodiversidad y de qué manera se relaciona con el trabajo que desempeñan en la organización.
En la actualidad, se perciben más empresas que cuentan con diferentes unidades de negocio, como lubricantes, fluidos especiales, petróleo y pesca, que se preocupan por promover, entre los estatutos de la misma, iniciativas o programas que protejan positivamente el impacto ambiental; sin embargo, aún no logran ser la mayoría en el país. Considero que es una tarea importante del Gobierno y las empresas trabajar en ello durante este año y con miras al bicentenario.