En el 2019 Cabify redujo 3% las emisiones de CO2 por kilómetro conducido respecto al 2018, gracias a las innovaciones tecnológicas introducidas en la app. (Foto: El Comercio)
En el 2019 Cabify redujo 3% las emisiones de CO2 por kilómetro conducido respecto al 2018, gracias a las innovaciones tecnológicas introducidas en la app. (Foto: El Comercio)

La compañía de taxis por aplicación contabiliza desde el 2018 las toneladas de dióxido de carbono que emiten los más de 300 mil coches que integran su flota, además de sus operaciones en 11 países y España (su casa matriz). Una vez medidas, las compensa (como suelen hacer otras firmas globales), invirtiendo en la conservación de 100 mil hectáreas en Madre de Dios. David Perez, su vicepresidente de sostenibilidad y asuntos públicos, visitó Lima la semana pasada y conversó con Día1 sobre cómo este pilar está literalmente conduciendo el negocio.

¿Cómo logran contabilizar las emisiones de sus viajes?

Es relativamente sencillo. En tiempo real podemos ver el número de trayectos y la distancia que hay ahora mismo. Tenemos todos los datos. A esto lo que hay que sumarle los datos del tamaño y el combustible de los vehículos, si es a diésel, gasolina, GLP, híbrido o eléctrico. En el programa de reducción de emisiones que estamos haciendo influye mucho el tipo de vehículo. Ahora mismo los vehículos que tienen menos de 3 años tienen casi un 40% de emisiones de las que un vehículo de 6 años.

¿Cómo están trabajando para reducir las emisiones?

Nos apalancamos mucho en cómo desde la tecnología podemos operar de una forma más eficiente, lo que afecta directamente el número de kilómetros. Nuestra operación perfecta sería aquella en la que no hay tiempos muertos entre un cliente y otro. Un cliente va de un punto A a un punto B y cuando se está bajando, el coche justo coge otro cliente. Con los cambios que estamos haciendo –son cambios de algoritmo– se están acortando mucho los espacios. Un último desarrollo que está funcionando muy bien permite al conductor mientras lleva a un pasajero –como ya sabemos adónde lleva al pasajero– aceptar el siguiente viaje si está en un perímetro muy pequeño. Por lo tanto, deja a una persona y coge otra. En ese cambio, que parece poco significativo, estamos ahorrando un millón de kilómetros ahora mismo. Esto tiene que llevar un mes. Esto pone de manifiesto lo caduco que es el modelo de un coche dando vueltas por la ciudad esperando que alguien lo coja, porque es un coche emitiendo y lo eficiente que es desde la tecnología poder mapear esto para que realmente sean trayectos solo moviendo personas y no haya trayectos al vacío.

Al margen de las emisiones, genera un beneficio directo para el negocio.

Sí, evidentemente esto afecta todo.

"[Ser carbono neutrales] ha sido una decisión estratégica, que sabíamos que tenía un coste", afirma Perez. (Foto: Jessica Vicente)
"[Ser carbono neutrales] ha sido una decisión estratégica, que sabíamos que tenía un coste", afirma Perez. (Foto: Jessica Vicente)

Han anunciado que buscan ser una compañía ‘cero emisiones’. ¿Cuándo proyectan conseguirlo?

Somos carbono neutral desde enero del 2018. Ahora mismo estamos compensando en un proyecto en Madre de Dios (100 mil hectáreas, en el Corredor de Conservación Vilcabamba Amboró), donde ayudamos a proteger una zona importante de biodiversidad para que siga siendo así y a las comunidades.

Ser ‘cero emisiones’ significa que de inicio no se emite. Eso sería en un ideal en el que la flota sea 100% eléctrica y esa electricidad sea de fuentes renovables.

Hemos hecho un compromiso público para que en el 2025 tengamos en España un porcentaje muy alto de flota eléctrica y que hasta ese año vayamos haciendo una reducción año a año en todos los países donde tenemos operaciones. Me encantaría poder decir que hacia el 2025 la totalidad de la flota de Cabify es eléctrica, pero lo que estamos viendo es un proyecto donde hay involucrados muchos actores. Necesitamos regulación, administración, empresas eléctricas, fabricantes de coches. Hay muchos actores que son importantes en esta fórmula. Lo que estamos haciendo aquí es acelerar el proceso.

¿Cómo lo están acelerando en el Perú?

En Latinoamérica hemos hecho dos proyectos. El primero en México, en colaboración al BID e EY, para medir cuán factible podría ser un cambio de flota a coches eléctricos en ese país. Las conclusiones del informe son determinantes, pues hoy existen muchas dificultades tal como está diseñado el formato, sin ayudas específicas de la banca, sin apoyo en cuanto a fiscalización, tasas y tributación de la administración o de un tercero privado que pueda hacer un ‘renting’ del vehículo, que una persona particular pueda comprarse un coche eléctrico para operarlo. Ese es un modelo.

Otro es un modelo que tenemos en Chile, donde tenemos cinco vehículos (eléctricos) y la idea es que haya 50 de aquí al segundo trimestre. Estamos trabajando con un socio, Engie, que hace de intermediario dando facilidades para el alquiler de una flota de vehículos eléctricos. Nosotros rentamos los vehículos y ayudamos financieros a los conductores a que puedan operar. ¿Qué ocurre con estos modelos? Podemos ayudar a un porcentaje. Cabify no podría hacer esto grande, ayudar a 5 mil conductores. A 50 sí.

Hemos visto que en la industria nadie nos está acompañando. Nos gustaría que aun siendo los primeros fuéramos copiados más. Ayudaría mucho al proceso de electrificación y una mejor movilidad en las ciudades.

¿Qué oportunidad ven en el ‘renting’ aquí?

La aplicación de Cabify en el corto plazo será un app que te de alternativas directas de coches con conductor, de coches sin conductor alquilados, de scooters, motos y bicicletas, alternativas para ir caminando e incluso de acuerdos con transporte público.

¿De qué manera articularían con transporte público?

Hay gente que hace desplazamientos desde su casa al tren y de ahí a su puesto de trabajo. Estos servicios puerta a puerta, te llevarían al tren y te recogerían en la estación donde te bajas, porque ya sabemos a qué hora llega el tren, y de ahí te llevaría al otro punto. Este es un ejemplo en particular que ya estamos viendo como alternativa y que será una de las opciones para moverte.

¿Cuánto han invertido en la estrategia de carbono neutralidad?

Aquí en este punto hacemos grandes esfuerzos globales. Tenemos entre 115 mil toneladas y 120 mil toneladas anuales de C02 emitidas. En el mercado, oscilan diferentes proyectos (precios), que varían entre US$2 y US$5. Además, hay personas trabajando exclusivamente para aminorar el número de kilómetros y otras para ver cómo tener oficinas que reduzcan las emisiones y cómo bajar el número de viajes de empleados.

En Santiago de Chile, Cabify proyecta cerrar el año con 50 coches eléctricos en alianza con Engie, que provee la infraestructura para recarga. Hoy cuenta con cinco vehículos. (Foto: Cabify)
En Santiago de Chile, Cabify proyecta cerrar el año con 50 coches eléctricos en alianza con Engie, que provee la infraestructura para recarga. Hoy cuenta con cinco vehículos. (Foto: Cabify)

En el 2019, en el Perú crecieron 200% en usuarios y 300% en conductores. ¿Cuán rentable es compensar al tiempo que aspiras a seguir creciendo en el negocio?

Esto directamente ha sido una decisión estratégica, que sabíamos que tenía un coste y que además para nosotros no es un parche de un año. Es decir, nuestro compromiso no es dejar de ser carbono neutrales el año que viene aunque seamos 5 veces más grandes. De ahí el reto. Cuando pones sobre la balanza coste versus beneficio en un intangible tan importante como la sostenibilidad, el resultado no es siempre el esperado: no haces esto esperando una rentabilidad en el corto plazo, haces esto pensando que para ti es el mejor modelo de empresa y que esto debería tener sus réditos. Lo que no sabemos es cuándo.

¿Qué tipo de réditos les ha permitido obtener?

Por mejor percepción del cliente; porque una compañía te elije a ti en vez de a otra alternativa porque tienes un compromiso ambiental claro, incluso por una gestión de riesgos más controlada que aunque no te permita tener un crecimiento muy grande te permite tener un crecimiento en el tiempo.

Entendemos que tiene que haber un crecimiento de empresa –es lo esperado- pero necesitamos buscar una unidad de medida que valga independientemente de si somos pequeños o así grandes. Cuanto más grandes seamos, mayor es la huella. Lo que estamos viendo es que la huella (de carbono) no crezca a la misma velocidad que la flota o número de conductores. Si hacemos una comparación de los datos globales del 2018 vs 2019, pese a haber incrementado el tipo de negocio, el incremento de las toneladas métricas no van en la misma proporción.

¿Este año piensan que van a aumentar sus emisiones?

Si hablamos de emisiones de toneladas métricas por kilómetros, hemos tenido una reducción media de entorno a un 3% del 2018 al 2019. Si comparamos el 2018 con el 2019, hay alteraciones por mercado. En el Perú, redujimos 2,4%.

¿Qué otros procesos podrían ser más eficientes en emisiones?

Otro de los retos de la industria es que ese coche sea compartido por cuantas más personas mejor. El llamado ‘carpooling’. Es un modelo que hemos intentado en el pasado y que no ha funcionado, pero que no tenemos que dejar de intentar. Aquí hay retos que tienen que ver con seguridad. No todo el mundo se siente cómodo compartiendo el mismo vehículo con personas desconocidas. Hemos tenido buenos ejemplos con clientes corporativos. ‘No me siento cómodo pero si voy un compañero aunque no nos conocemos, voy más cómodo’. El otro reto, sin lugar a dudas, es el de la flota de vehículos. Si conseguimos que a aquí a tres años un porcentaje sea híbridos o bien evitemos coches que sean 100% diésel o gasolina, habremos ganado mucho.

¿Van a ofrecer incentivos para absorber en su flota este tipo de coches?

En eso estamos. Lo que estamos viendo es hasta dónde podemos tirar de la cuerda.

En el Perú, ¿ya los ofrecen?

Si ahora tenemos un 60% de flota con menos de cinco años, lo que hay que intentar es que el 100% de la flota tenga menos de cinco años en el menor espacio de tiempo. Incluso ver si somos capaces de llegar a acuerdos con fabricantes en un espacio dado que nos permitan poder ofrecer ciertas ayudas a los conductores para este cambio de vehículo.

Entre el 25% y el 40% de sus clientes son empresas. ¿Qué oportunidad representa ser carbono neutral ante este público?

Lo que ocurre con estos temas de sostenibilidad es que conozco pocas personas que les haga sentir mal o indiferente. Lo que nos ha pasado con la parte medioambiental con clientes corporativos ha sido asombroso porque comunicamos el año pasado a todos los clientes a través de un certificado especifico con una nota que todos los trayectos de todos sus empleados, tantos kilómetros realizados en el 2018 y el 2019, habían sido compensados por Cabify. Esto ha encantado porque te alinea más con las empresas grandes que tienen un posicionamiento en sostenibilidad. Incluso habían empresas clientes que estaban compensando por nuestros trayectos –estaban pagando por los trayectos que hacen en Cabify. Como Cabify es neutro en carbono, dejan de pagar por eso. Lo que hemos visto es que es un enganche de fidelización para nuestro cliente actual muy grande.

Otra de las líneas importantes con clientes corporativos es que nos permite abrir puertas. Una de las puertas que se abren son las áreas de sostenibilidad, que ven con buenos ojos, que aparte de los básicos, precio, calidad y seguridad, Cabify te da alternativa medioambiental con la que se sienten bien ellos y sus propios empleados. El reto para el 2020 es cómo somos capaces junto con nuestras empresas corporativas grandes de amplificar este mensaje. De hacernos eco con ellos. De que estas empresas no solo las veamos como clientes sino como partners a mediano plazo para construir cosas. Como empresas financieras grandes, bancos y eléctricas. De la mano podemos hacer muchas más cosas. Este proyecto de electrificación es un buen ejemplo.

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