Estabilidad, certidumbre, predictibilidad, transparencia y seguridad sanitaria. Si hubiese que elegir palabras clave para describir el proceso de reactivación económica en el Perú, esas cinco serían indispensables. Pero, ¿lo son en este momento?
La respuesta es negativa, considerando los vaivenes por los que pasa la gestión del Gobierno del presidente Pedro Castillo desde que tomó el mando, en julio pasado. Entre marchas y contramarchas en las directrices del Ejecutivo, el diagnóstico de nuestra situación actual para el empresariado no es positivo, como corrobora la Encuesta a líderes empresariales 2021, que Ipsos e Ipae Asociación Empresarial comparten en exclusiva con Día1, para su desarrollo en este informe.
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Vale acotar que parte de este estudio fue difundido durante el último CADE Ejecutivos, en octubre pasado, y lo cierto es que, en el curso de los últimos dos meses, el escenario descrito por el empresariado peruano, en lugar de mejorar, ha empeorado, como apunta aquí el presidente ejecutivo de Ipsos Perú, Alfredo Torres.
Por ello, las urgencias anotadas en esta encuesta son aún más apremiantes en estos momentos. Y la primera tarea es, precisamente, la reactivación económica.
“Hay un consenso, no solo entre los ejecutivos, sino en la ciudadanía en general, respecto a que lo fundamental es la recuperación de nuestra economía”, destaca Torres.
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Según el estudio, que recogió las opiniones de 281 gerentes de empresas líderes en el país, el 48% de encuestados considera a la reactivación como el principal desafío. Pero la cuestión es que no es un camino fácil. Elena Conterno, presidenta de Ipae, apunta que esta recuperación puede tener algunos contratiempos. “Lo que vemos en las últimas semanas es que más bien se sigue ahuyentando a la inversión y esto tiene impacto en los ciudadanos, porque recuperar la economía significa generar oportunidades de empleo”, señala a Día1.
Para los empresarios el Ejecutivo tiene un rol central en esta tarea. El 80% considera que la gestión presidencial debe transmitir confianza al país para que aumente la inversión privada. En ese sentido, cuatro de cada cinco entrevistados apunta que el Estado debe mantener la estabilidad macroeconómica para asegurar la sostenibilidad de las empresas.
“Hay iniciativas en el ámbito político que generan incertidumbre, que no otorgan seguridad, respeto del estado de derecho y la libertad de empresa. Aunque no se concreten, generan expectativas contraproducentes”, refiere al respecto Willard Manrique, CEO del Grupo Crosland, ‘holding’ dedicado a la gestión y representación de marcas de bienes de consumo, maquinaria pesada y servicios.
“Uno requiere un Gobierno que esté dispuesto a apoyar la inversión para el crecimiento y no se siente eso de parte del Ejecutivo, sobre todo en carteras claves como la de Energía y Minas”, complementa Torres, cabeza de Ipsos.
Para describir esta situación, cabe mencionar un par de ejemplos. El primero: mientras se cierra este informe, el gerente general de la compañía MMG Las Bambas, Álvaro Ossio, confirma la paralización total de sus operaciones en Apurímac desde el sábado 18 de diciembre, y tras 29 días de bloqueo, el cual, explica, les dificulta el transporte de personal y de insumos para la explotación de cobre en su mina, que representa el 15% de la producción de cobre en el Perú.
Este, por supuesto, no es un caso aislado, como refiere Torres. De hecho –y aquí el segundo ejemplo– según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) y la Confiep, desde julio pasado (cuando inició el mandato del presidente Castillo), cuatro minas se han visto forzadas a paralizar operaciones total o parcialmente, la última, justamente, Las Bambas.
Las paralizaciones por conflictos sociales, evidentemente, tiene un impacto en el fisco, el que, de acuerdo a la SNMPE, ascendería a S/1.450 millones este año, monto mayor al que el Gobierno buscaba percibir con su fallida reforma tributaria del sector minero.
Ojo, la corrupción
Otros dos aspectos sobre los que pide hacer foco el empresariado en la encuesta son [1] desestimar la Asamblea Constituyente y [2]la lucha contra la corrupción. Incluso, se ubican por encima de la vacunación contra el COVID-19, que, dentro de todo, está avanzando a buen ritmo.
“Y en las últimas semanas ha aumentado la preocupación por la corrupción, tanto a nivel nacional como en los gobiernos regionales”, refiere Alfredo Torres.
En esa línea, la presidenta de Ipae considera que las apariciones de denuncias y falta de transparencia causan intranquilidad en el sector. “Lamentablemente, hay reiterados indicios de corrupción en los más altos niveles”, manifiesta Conterno.
A tono con ello, el 68% de los entrevistados considera necesario nombrar profesionales calificados y honestos para cargos públicos, otro grave déficit de la actual gestión del Gobierno.
No hace falta señalar que lo dicho provoca un clima de inestabilidad que desalienta al empresariado, algo a lo que debe sobreponerse, como sugiere Ignacio Mealla, director de Vistage Perú. “El principal reto para el sector empresarial es evitar que el corto plazo mate al largo plazo. Esto quiere decir que deberíamos entender que los gobiernos pasarán y las empresas se quedarán”, detalla.
Ser sostenibles
En esta investigación también se solicitó a los ejecutivos que evalúen el rol que cumplen las empresas en nuestra sociedad. El 92% de los consultados considera que la creación de empleos formales constituye el principal aporte del sector empresarial al país. A su vez, el 73% indica que este rasgo es el primer criterio que los ciudadanos tienen para valorar a una empresa.
“El compromiso por generar empleos dignos, formales, por ser un buen actor ciudadano, debe mantenerse, pensando en el desarrollo descentralizado”, afirma al respecto Alfredo Salgado, gerente general del Grupo Eulen Perú, firma especializada en el rubro de servicios generales.
Otro aspecto importante a destacar del estudio es que, en cuanto a los avances del trabajo interno de cada organización, siete de cada 10 encuestados señalan que las políticas de calidad en los productos y servicios ofrecidos y la política anticorrupción están muy implementadas en sus compañías.
Por eso, consideran que deben tener un rol activo dentro de la dinámica social. En ese sentido, el 58% sostiene que deben involucrarse en la política como parte de la sociedad civil o como líderes gremiales (49%), algo que todavía es una tarea pendiente.
“La capacidad de servicio, demostrada en lo más crítico de la pandemia, por muchas compañías de diversos tamaños, incluso olvidando la propia rentabilidad, debe sostenerse y comunicarse mejor. Esa transparencia que exigimos debemos también visibilizarla”, menciona en esa línea, Willard Manrique, cabeza de Crosland.
Mealla, de Vistage Perú, ve necesario fortalecer el liderazgo empresarial complementándose entre pares. Considera que el reto es construir una reputación que vaya más allá de generar empleos y tributar. “Todo lo bueno que ya hemos avanzado necesita replicarse, de forma que la sociedad entienda que el afianzamiento de la empresa privada tiene un efecto multiplicador en el profesionalismo, el desarrollo humano, la infraestructura, la tecnología, la salud, y otros ámbitos”, concluye. Toca trabajar más en ello.
Bonus track: Tarea clave, avanzar con la vacunación
A estas alturas de la pandemia, a nadie le queda duda que una tarea fundamental es la vacunación, y por ello el 26% de los encuestados considera ese trabajo como el mayor desafío actual del país.
Willard Manrique, CEO del Grupo Crosland, manifiesta que, si bien el proceso de vacunación continúa en marcha, con más del 60% de la población con las dos dosis aplicadas, es necesario reforzar la tarea. “A más personas inmunizadas, podremos tener la tranquilidad para retomar las actividades (estudiantiles, laborales, industriales, entre otras) con regularidad y re establecer los niveles de producción y consumo a estándares prepandémicos”, refiere el ejecutivo.
En la misma línea, Alfredo Salgado, gerente general del Grupo Eulen Perú, indica que no debemos perder de vista que nos enfrentamos a un panorama complejo en lo económico, sanitario, productivo y laboral. Más aún, con la posibilidad latente de una tercera ola. “Para que el crecimiento del país y la reactivación económica sean posibles, el Gobierno tiene la tarea de darle continuidad a un proceso de vacunación eficiente. Esta prioridad nacional es medular”, precisa. Para lograrlo, el brazo privado es importante.
Del estudio también se desprende que el 93% de encuestados considera que las empresas han aportado (mucho o algo) a superar esta crisis. La colaboración es básica.
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