La tecnología debe ser tan importante como la buena idea en un proyecto. (Foto: Getty Images)
La tecnología debe ser tan importante como la buena idea en un proyecto. (Foto: Getty Images)

El en transición es, en su mayoría, hombre (72%), tiene entre 41 y 50 años (53%) y cuenta con o maestría (63%), pero más allá de usar su red de contactos personales para recolocarse (75%), dicha recolocación muestra una marcada movilidad sectorial.

Según el “Perfil del ejecutivo peruano en transición laboral”, elaborado por Perú, 74% de los ejecutivos y profesionales recolocados en un empleo dependiente entre enero y marzo últimos, cambiaron de sector o actividad económica.

Aunque Lina Olarte, consultora asociada de LHH DBM Perú, sostiene que el cambio de sector es una tendencia que se aprecia desde hace algunos años; en el caso de sus candidatos en transición, la razón de tan marcada movilidad se debe a que su metodología trabaja la oferta de valor del candidato en torno a su empleabilidad y competencias transferibles, más que en el conocimiento y especialización vertical en una sola área o sector.

“Esto hace que los candidatos sean más empleables, ya que pueden ofrecer sus servicios como profesionales a diferentes empresas y sectores”, añade.

Para graficar lo dicho, la experta refiere que el cambio de sectores se produce en mayor medida desde empresas de consumo masivo hacia la industria farmacéutica y viceversa, y desde telecomunicaciones o banca hacia consumo masivo. No obstante, Olarte considera que no existen reglas, por lo que hoy en día “los ejecutivos se reinventan hasta tres veces en sus vidas profesionales”.

MEJOR PREPARACIÓN

Adicionalmente el estudio de LHH DBM Perú muestra una tendencia creciente en la necesidad de ampliar el nivel de estudios de postgrado, tanto en el caso de maestrías como en el de MBA, así como un incremento del dominio de una segunda lengua, especialmente del inglés.

“Estos dos componentes, a nivel tendencia, son importantes ya que dan cuenta de que ha aumentado la conciencia y necesidad de profundizar conocimientos y ofrecer aspectos de empleabilidad en un mercado local, pero con conciencia internacional con otros idiomas, experiencias, metodologías, certificaciones y multiculturalidad. En resumen, talento peruano para el Perú, pero también para el mundo”, asegura Lina Olarte.

NUEVOS NEGOCIOS

Pero las revelaciones del perfil elaborado por LHH DBM Perú no terminan ahí.

En el caso de la recolocación como independientes (32%), la consultoría se ha convertido en otra opción para los ejecutivos en transición y surge ante la creciente demanda de empresas grandes, medianas e incluso chicas, de contar con expertos en áreas técnicas específicas y en proyectos de mejora relacionados a su estrategia.

“Estas empresas, con tendencia a aplanar su estructura usualmente, están prefiriendo contratar servicios de expertos para proyectos de mejora táctica, procesos e incluso temas estratégicos tanto por rentabilidad como por capacidad instalada y restricciones de ‘head count’ (planilla)”.

Y, en el caso de los candidatos en transición, el estudio permite inferir que el desarrollo de un portafolio de servicios de consultoría resulta una alternativa valiosa (ver infografía) debido a que los ejecutivos pueden tener más flexibilidad en su tiempo, lo que les permitirá acompañar diversas empresas, conociendo de otros sectores y ampliando su conocimiento y ‘expertise’.

¿CUESTIÓN DE EDAD?

Pero, considerando que los ‘millennials’ se caracterizan por una alta movilidad empresarial, ¿seguirán siendo los mayores de 40 años los que primen en los procesos de transición?

Para la consultora asociada de LHH DBM Perú, aunque en una etapa temprana de las carreras profesionales los jóvenes tienen más movilidad en términos de lo que se podría conocer como estabilidad laboral, eso sucede en menor proporción en los ejecutivos de entre 41 y 50 años.

¿Por qué razón? Según Lina Olarte, en esta etapa, las carreras son más lineales y estables y las salidas y movimientos de las organizaciones son –en menor proporción– buscadas por los ejecutivos, por lo que se pueden llegar a ver marcadas variaciones en los salarios y posiciones, en comparación a las anteriormente ocupadas o la más reciente.

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