Nacionalizar o expropiar no son decisiones sencillas y, como es de suponer, no se concretan de un día para otro. Es así sea que hablemos del Estado peruano o de cualquier país. “El Perú ha firmado 25 tratados de libre comercio (TLC) y otros 29 tratados más que garantizan el respeto a la inversión privada”, anota al respecto el presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), Felipe Cantuarias.
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Por lo dicho, el ejecutivo ha recibido con sorpresa el tuit que ayer compartió el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, conminando a la empresa Pluspetrol para que renegocie con el Gobierno un aumento de las regalías que paga por el proyecto Camisea, salvo que prefiera que el Estado se la “nacionalice”.
* ¿Cómo usan las regiones en que ganó Pedro Castillo los recursos que reciben de las mineras?
“Las declaraciones de Bellido muestran una tremenda contradicción respecto a los que venían señalando al empresariado, en su reciente gira internacional por México y Estados Unidos, el presidente Pedro Castillo y el ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, quienes más bien estaban hablando de respeto y garantías para la inversión minera”, indica Cantuarias, al mismo tiempo que precisa que lo único que provocan declaraciones como la del primer ministro, es inestabilidad.
No sólo eso. Cantuarias explica que Camisea, hoy mismo, ya entrega al Estado regalías que alcanzan al 65% de sus utilidades, lo cual, precisa, lo acerca bastante al 70% que el ideario del partido gobernante, Perú Libre, propone respecto al pago que por este concepto deben hacer las empresas mineras y energéticas. En esa línea, apunta, es innecesario expropiarla por sólo cinco puntos porcentuales más de pago. “Por 5% más de recaudación en Camisea, el Estado va a pagar US$30 mil millones, que es lo que le costaría nacionalizarla, con todos los tratados internacionales que ha firmado”, detalla el líder de la SPH.
EL RETO ES MASIFICAR
En este punto es importante precisar que, en sus ya 17 años de operación, Camisea ha entregado al Perú alrededor de US$15 mil millones en impuestos y regalías, destaca a su turno el director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Pablo de la Flor. Y eso sin contar los otros más de US$6 mil millones que, en la última década, ha destinado al Estado vía transferencias por canon.
“Esta discusión no debería girar en torno a nacionalizaciones o expropiaciones, sino respecto a cómo masificamos el gas de Camisea. Y eso es algo que sí es una tarea pendiente para todos porque, a la fecha, de los 1.600 millones de pies cúbicos que se extraen de Camisea, 400 se reinyectan al subsuelo, por no poder aprovecharlos dentro del país”, comenta el experto.
Para masificarlo, coinciden Cantuarias y De La Flor, es urgente implementar una red de transporte a nivel nacional, que comience por el sur del país y se extienda al centro y norte. “Si se hace, podríamos estar hablando de una mayor provisión de GLP y de menores costos por la energía eléctrica, una demanda que se tiene, con mucha lógica, justo en las poblaciones vecinas a la explotación de Camisea, como Megantoni”, describe Cantuarias.
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